Hamás mezcló terroristas heridos con civiles para ser evacuados
Hamás intentó que decenas de sus militantes, heridos en combates con Israel, salieran por el paso de Rafah confundidos entre los civiles inscritos en la operación de evacuación hacia Egipto. Las autoridades de El Cairo y de Estados Unidos detectaron que al menos 25 milicianos habían sido introducidos en esta lista lo que habría retrasado todo el proceso de traslado al obligar a los dos países a revisar que nadie de los palestinos con doble nacionalidad concentrados a las puertas de Rafah perteneciera al movimiento islamista.
La pretensión de la milicia, cuyo brazo político gobierna en Gaza, era que sus combatientes pudieran abandonar la Franja y ser atendidos en hospitales egipcios. Al parecer, esta es la misma táctica que Israel ha denunciado este viernes y sábado tras bombardear un convoy sanitario en el norte de la Franja. Según fuentes del ejército, la organización fundamentalista habría tratado de sacar del hospital a algunos de sus heridos mezclados con pacientes civiles.
La comunidad internacional, encabezada por Naciones Unidas, ha condenado sin embargo este tipo de ataques indiscrimados de la aviación israelí que, como sucedió esta semana en el campamento de refugiados de Yabalia, siembran de muerte a la poblacion civil. Varias decenas de personas han perdido la vida, de hecho, en el bombardeo del convoy de ambulancias de este viernes. Y todavía se desconoce el número exacto de víctimas mortales en Yabalia (la cifra inicial fijaba el balance en medio centenar de fallecidos y al menos 150 heridos), aunque sí se ha averiguado que Israel utilizó en esta ofensiva proyectiles de mil kilos de explosivo.
Una de las imágenes más llamativas de este ataque fueron los dos enormes cráteres dejados por las bombas en medio del campo de Yabalia. La explicación que le han dado los expertos en armamento militar es que ambos agujeros, de 40 metros de diámetro por unos cinco de profundidad, fueron provocados por misiles de profundidad destinados a destruir los complejos subterráneos de Hamás bajo el campamento.
Lo habitual es que este tipo de proyectiles incorpore un detonador para retardarla explosión unas milésimas de segundo una vez que han penetrado en el suelo con el fin de que el efecto de la onda expansiva en el subsuelo resulte superior.