Israel asalta el hospital Al-Shifa en busca de los túneles de Hamás
Un portavoz palestino califica la acción de «crimen contra la humanidad» por afectar a civiles
Después de varios días de asedio y combates a sus puertas, Israel asaltó este miércoles el hospital de Al-Shifa en busca de los túneles de Hamás. La llegada de los soldados provocó el pánico entre los miles de palestinos allí cercados entre heridos, enfermos, personal médico y desplazados.
Los militares aseguraron que se trata de «una operación precisa en una zona específica, con el objetivo de buscar armas e infraestructura» de los islamistas. A las pocas horas revelaron el hallazgo de un arsenal, aunque no dieron con indicio alguno que apunte a que allí se retuviera a algunos de los 240 rehenes cautivos desde el pasado 7 de octubre.
La cadena BBC pudo contactar con el periodista palestino Khader, que fue testigo directo de la entrada de los militares y aseguró por la mañana que tenían «el control de todo. No hay combates en el recinto y van planta por planta, habitación por habitación, interrogando a todos, pacientes y personal médico. Están acompañados por médicos que hablan árabe y han traído una especie de escáner por el que tenemos que pasar todos los hombres». Israel no permitió a la prensa local trabajar durante su operación. El doctor Ahmed el-Mokhallalati habló con la cadena Al Jazeera y lamentó que «lo que resulta chocante y malo es que todo el mundo ha estado viendo este crimen. Ha ocurrido ante los ojos del mundo y nadie lo ha parado, nadie ha dicho que esto no está permitido». La ONU recordó que «los hospitales no son campos de batalla» y la Cruz Roja Internacional (CICR) se mostró «extremamente preocupada por el impacto en los enfermos, heridos, personal médico y civiles». Las palabras de preocupación no tienen impacto alguno sobre el terreno, donde Israel cuenta con el apoyo firme de Estados Unidos.
Después del asedio israelí de los últimos días, el mayor centro sanitario de la Franja está fuera de servicio, sin agua, electricidad, oxígeno ni comida. El ejército difundió imágenes en las que se veía a los uniformados repartiendo cajas con comida y se informó también de la entrega de incubadoras para el cuidado de las decenas de bebés prematuros que llevan días entre la vida y la muerte.
El corte del suministro del combustible por parte de Israel hizo que las existentes en el centro dejaran de funcionar y al menos tres recién nacidos fallecieron. Consultado por la ayuda de los militares, el doctor Mokhallalati respondió que «si por mi fuera, la rechazaría. Nos matan durante cuarenta días y ahora nos ofrecen suero».
Izzat al-Rishq, responsable de Hamás, recurrió a X para compartir un vídeo en el que calificó la operación armada de «crimen de guerra, crimen moral y crimen contra la humanidad».
El grupo islamista, considerado terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, señaló a Israel y a Estados Unidos, con Joe Biden a la cabeza, como responsables de la decisión de asaltar un complejo médico como el de Al-Shifa.
Hace unos días el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, realizó una presentación ante la prensa internacional para mostrar una recreación de esa red de conductos subterráneos que considera el «cuartel general» de los islamistas.