El autor del tiroteo en Praga era sospechoso de otros tres homicidios
El universitario checo había anunciado previamente por redes sociales una matanza
Kozak, estudiante de Historia en la Universidad Carolina de Praga, entró el jueves en el edificio de la Facultad de Filosofía de ese centro y disparó indiscriminadamente causando una matanza, antes de subir al tejado y disparar contra los transeúntes, hiriendo a un matrimonio de Emiratos Árabes y a un ciudadano neerlandés.
Asediado por la Policía, el agresor se suicidó de un disparo en la cabeza.
Las autoridades ya estaban tras la pista de Kozák como sospechoso de la muerte el pasado día 15 de un hombre de 32 años y de su hija de dos meses, cuyos cadáveres fueron encontrados en un bosque cerca de Praga, tal y como confirmó el jefe de la Policía Criminal de Praga, Aleš Strach, informó Radio Praga.
«Estábamos a pocos días de evitar este trágico suceso que ocurrió ayer», reconoció Strach el viernes.
Además, las fuerzas de seguridad estaban buscando a Kozák como supuesto autor de la muerte de un hombre, que se cree es su propio padre, el miércoles en la localidad de Hostoun, a 35 kilómetros al oeste de Praga.
De hecho, este último crimen provocó que la Policía desplegara un dispositivo en un edificio de la Universidad donde se esperaba que el agresor acudiera a clase ayer por la tarde.
Kozák, sin embargo, se dirigió a la sede principal de la Facultad de Filosofía, donde cometió la masacre.
David Kozák, que no tenía antecedentes penales, gozaba de un buen expediente académico y ha sido descrito como «retraído» por algunos de sus compañeros de estudios, ya que había especulado en Telegram con la idea de cometer una matanza.
En su cuenta de Telegram, Kozák habría escrito en cirílico que se inspiraba en un reciente homicidio perpetrado en Rusia por una estudiante en el que murieron dos personas.
Con todo, el ministro de Interior, Vit Rakusan, aseguró hoy que la masacre de ayer era difícil de prever.
Las autoridades han descartado cualquier vinculación del agresor con grupos terroristas.
Kozák tenía licencia para ocho armas, dos de las cuales eran largas, y una con mirilla telescópica, que se cree que fue la que utilizó en el ataque del jueves.
El Parlamento checo está tramitando una reforma legal para facultar a la Policía a confiscar las armas a personas sospechosas de posturas radicales y que obliga a los vendedores a suministrar información sobre compras atípicas, por su volumen o por sospechas sobre los clientes.
El número de armas de fuego registradas en República Checa ha subido un 85 % en los últimos años, y actualmente hay casi un millón, una por cada diez habitantes.
Rakusan pidió ayer a la prensa y a la ciudadanía «no seguir la corriente ni dar publicidad a estos actos», argumentando que «es lo que el agresor busca».
También insistió en que no hay indicios de vínculos terroristas o de cómplices.
«No hay que buscar al culpable, porque ya está muerto», aseguró.
Rakusan indicó que nueve de los 25 heridos, que fueron ingresados en estado grave, se encuentran ahora estabilizados.
El Gobierno ha declarado el 23 de diciembre día de luto por las víctimas de este tiroteo, el más grave en la historia de República Checa.
Este suceso ha suscitado numerosas reacciones entre los mandatarios de la Unión Europea, entre ellos, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, quien aseguró este jueves estar «espantada» por el tiroteo en la Universidad Carolina de Praga. Por otro lado, la presidenta del Parlamento Europeo (PE), Roberta Metsola, afirmó estar «profundamente horrorizada» por lo sucedido.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, transmitió su «más sentido pésame a las familias de las víctimas» y dejó claro que no se debe «dejar espacio para semejante violencia».