Tres civiles mueren en Ucrania por la nueva oleada masiva de misiles rusos
Al menos tres civiles murieron en la madrugada de ayer en una nueva oleada masiva de misiles contra territorio ucraniano en la que el Ejército ruso empleó más de cincuenta misiles de distintos tipos contra cuatro óblasts del noreste, el sureste, el centro y el oeste de Ucrania, según ha informado este lunes la Fuerza Aérea ucraniana.
De los 51 misiles y 8 drones kamikaze iraníes Shahed lanzados por Rusia en esta ronda de ataques, las defensas aéreas ucranianas sólo han podido derribar los ocho drones y 18 misiles, un porcentaje de interceptaciones mucho más bajo que el habitual.
Rusia ha utilizado, entre otros tipos de armamento, misiles supersónicos Kinzhal, los más difíciles de interceptar de todos los que tiene en su arsenal.
El Ejército ucraniano es capaz de interceptar los Kinzhal en la región de Kiev, donde ha desplegado la mayor parte de los sistemas de misiles antiaéreos Patriot recibidos de sus aliados occidentales, pero es vulnerable a los misiles balísticos y supersónicos rusos en casi todo el resto del país.
Una de las víctimas mortales perdió la vida en el óblast de Dnipropetrovsk (centro), mientras que las otras dos murieron en la región occidental de Jmelnitski. Járkiv (noreste) y Zaporiyia (sureste) son las otras dos regiones en las que han caído misiles. El ataque ha provocado un total de 33 heridos en las cuatro regiones afectadas, según informó el Ministerio del Interior ucraniano haciendo balance.