Los cabecillas que aterrorizan Ecuador
En un programa denominado Recompensas 131, el Gobierno de Ecuador ha distribuido una lista de busca y captura de los cabecillas de las bandas de narcotraficantes que han provocado una ola de violencia en el país y han obligado a imponer el estado de excepción. Las fuerzas armadas piden a los ciudadanos información para apresar a 19 cabecillas, todos con sus alias. La policía ya perseguía a Adolfo Macías, ‘Fito’, líder de los Choneros, que se escapó el pasado domingo de una prisión de Guayaquil. Esa fuga sumió al país en el caos. Disturbios, violencia en las calles... y las cárceles en manos de los presos. El martes, 13 integrantes de los Tiguerones irrumpieron en una cadena de televisión que emitía en directo. El presidente del país, Daniel Noboa, recurrió al ejército para luchar contra lo que definió como «terrorismo». Ecuador, que antes de la pandemia era uno de los países más seguros de Latinoamérica, se ha convertido en un polvorín y en una autopista para la cocaína que viaja desde Colombia y Perú hasta Europa y Estados Unidos. No es fácil localizar a los líderes de las bandas. Funciona esta ley: ‘A rey muerto, rey puesto’. Hay, además, escisiones. Son grupos violentos que se desgajan y luchan por el control del narcotráfico y cualquier otro delito rentable. El Ejecutivo ecuatoriano ha elaborado una lista con 22 «organizaciones terroristas». Las más relevantes son los Choneros, los Lobos, los Tiguerones y los Lagartos. Lobos Fabricio Colón Pico Los Lobos son los que acumulan más poder. Han desplazado a los Choneros. Cuentan con cerca de 8.000 miembros. Su influencia va más allá del narcotráfico. Quieren dominar el país y usarlo a su antojo. Reivindicaron el asesinato el pasado año del candidato presidencial Fernando Villavicencio. En la cúpula de esta banda está Fabricio Colón Pico, que se fugó el pasado martes de la cárcel de Riobamba. El ‘Comandante Pico’, también conocido como el ‘Salvaje’, tiene un largo historial criminal que comenzó a redactarse en 1997 tras varios robos vestido con uniforme policial. En 2012 y gracias a beneficios fiscales, salió de la cárcel con un grillete electrónico. Volvió a ser detenido por un caso de extorsión a taxistas en Quito. Libre de nuevo, fue encarcelado el pasado 5 de enero por estar supuestamente relacionado con el secuestro del hijo de uno de los dirigentes de los Choneros. Huyó cuatro días después y ahora es el hombre más buscado del país. La fiscal Diana Salazar cree que preparaba un atentado contra ella.