Irán ataca objetivos en Siria e Irak y demuestra que puede alcanzar Israel

En un momento marcado por la expansión regional del conflicto en Gaza, la Guardia Revolucionaria informó de un doble ataque con misiles contra «bases de terroristas anti iraníes» en Idlib (Siria) y una «base del Mossad» en Erbil (Irak). Los proyectiles se lanzaron desde el extremo suroeste de la república islámica y el impacto más lejano se produjo en Idlib, a más de 1.200 kilómetros, lo que periodistas locales como Mohammad Shaltouki, de la agencia oficial Irna, interpretaron en su cuenta de X como «un mensaje claro para el régimen sionista» (forma de referirse a Israel). Este mismo reportero señaló que Irán empleo por primera vez misiles de medio alcance del tipo Khyber-Shaken.

Estados Unidos condenó de manera inmediata al ataque contra Erbil, donde cuenta con un consulado, y aseguró que consistió en «una serie de golpes imprudentes e imprecisos». Las autoridades locales informaron de la muerte de al menos cuatro civiles por los misiles iraníes. Se escucharon al menos ocho explosiones y el aeropuerto internacional tuvo que suspender las operaciones durante la noche. El gobernador de la ciudad, Omed Khoshnaw, calificó lo ocurrido de «un ataque terrorista, un acto inhumano». La Guardia Revolucionaria explicó en un comunicado que fue «la respuesta a las recientes atrocidades del régimen sionista, que provocaron el asesinato de comandantes de la Guardia y del Eje de Resistencia». El más reciente fue el del general Razi Mousavi a las afueras de Damasco el 25 de diciembre. Unicef condenó la muerte de un bebé de 11 meses en el ataque. La agencia de la ONU dijo estar «conmocionada» por la muerte del bebé y condenó todos los actos de violencia contra los menores, mientras recordó que «ser víctima, presenciar o temer la violencia nunca debe ser parte de la experiencia de ningún niño», según un comunicado.

«Unicef pide a todas las partes que cumplan con su obligación, según el derecho internacional, de proteger siempre a los niños y sin demora. Todos los niños en Irak merecen vivir sus vidas sin la amenaza constante de la violencia», de acuerdo con la nota.

Asimismo, indicó que el «uso continuo» de armas explosivas contra zonas pobladas pone en riesgo las vidas de los civiles y pidió «poner fin» a estas acciones. Tras los ataques, el Gobierno de Irak aseguró que presentará una queja ante el Consejo de Seguridad de la ONU por esta «agresión iraní contra lugares residenciales seguros con misiles balísticos, que provocaron víctimas civiles».