Dos años de la guerra en Ucrania, el mayor conflicto en Europa desde 1945
El 24 de febrero dio comienzo a un enfrentamiento que se ha saldado con 10.382 civiles muertos
El presidente de Ucrania, Volodimír Zelenski, deja unas flores en un memorial a las víctimas de la guerra. MADS CLAUS RASMUSSEN
En la madrugada del 24 de febrero de 2022 Rusia inició la invasión de Ucrania. En un principio, el gobierno ruso pensaba en una operación relámpago, pero ya lleva dos años, con un saldo que según la ONU ha dejado ya 10.382 muertos, incluidos más de 575 niños.
Varias fases se han sucedido en estos dos años de guerra: la primera etapa fue el intento ruso de una guerra relámpago en la que intentó conquistar Kiev y que acabó en julio de 2022 con la toma de Lisichank.
A partir de ahí se inició la segunda fase, de agosto a noviembre de 2022, en la que los ucranianos recuperaron parte de Járkov, Limán y el norte de la región de Jersón, momento a partir del cual el frente quedó más no menos establecido hasta el invierno de 2023.
Posteriormente vino la contraofensiva ucraniana, que no fue exitosa, hasta que en octubre de 2023 comenzó la siguiente fase con la actual ofensiva rusa y la toma de Márnika y Avdivka.
Hoy, la guerra en Ucrania cumple dos años con Rusia a la ofensiva en casi todos los sectores del frente, mientras Ucrania intenta compensar la falta de armamento occidental relevando al jefe de su Ejército, Valeri Zaluzhni, una maniobra de resultado incierto.
Si el primer aniversario de la contienda fue positivo para el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el segundo llega lleno de dudas para Kiev, que ha decidido apostar por la «defensa estratégica» ante la superioridad enemiga en hombres y munición.
La tan esperada contraofensiva ucraniana de junio, que permitió a los ucranianos avanzar principalmente en la región sureña de Zaporiyia, se estancó en verano y allanó el terreno para una nueva ofensiva rusa.
Sin escatimar ni hombres ni equipos -los expertos estiman en decenas de miles las bajas-, los rusos han logrado avanzar más en el Donbás durante la campaña invernal que en los anteriores dieciocho meses de combates.
Primero tomaron la estratégica localidad de Márinka (10.000), que se encuentra a cinco kilómetros al suroeste de Donetsk, capital de la homónima república popular anexionada por Moscú. Fue su mayor éxito desde la toma de Bájmut en mayo de 2023.
Después, los rusos centraron todos sus esfuerzos en conquistar el bastión de Avdivka, situado en una de las zonas más militarizadas de los más de mil kilómetros de frente ruso-ucraniano.
Conflicto extendido
Al principio, Kiev optó por resistir hasta el final los embates enemigos, como hiciera antes en Mariúpol y después en Severodonetsk y Lisichansk, pero finalmente se tuvo que rendir a la evidencia. Los defensores de la ciudad recibieron la orden de retirarse.
«Es una decisión muy lógica y profesional para salvar el mayor número posible de vidas ucranianas», dijo Zelenski.
La contienda deja más de 600 niños atendidos y 4.322 protecciones temporales en Castilla y León
Hoy se cumplen dos años desde que Rusia declaró la guerra a Ucrania, lo que provocó una ola de solidaridad que en Castilla y León se tradujo en miles de acogidos, con 4.322 protecciones temporales hasta el 12 de febrero de este 2024, 378 renovadas en el último año, y 606 niños atendidos y 1.206 ucranianos escolarizados en ese tiempo.
Es el Ministerio del Interior a quien competen esa concesión de protecciones temporales, que se deben renovar anualmente, y que en muchos de los casos caducan el próximo 4 de marzo, según han explicado fuentes de la Delegación del Gobierno en Castilla y León.
En el apartado educativo, son 1.206 los alumnos ucranianos escolarizados en la Comunidad.
En estos casi dos años, en los que los refugiados ucranianos se han ido avecindando en la Comunidad, han sido asistidos en los hospitales de la sanidad de Castilla y León un total de 1.220 adultos, por cualquier causa o servicios sanitario, y 517 niños asistidos hospitalariamente.
En este periodo de tiempo ha sido fundamental el papel de las ONGs con funciones en la gestión de los migrantes, como es el caso de ACCEM o Cruz Roja.
Desde que el 24 febrero estallara la guerra, Accem ha acogido en sus pisos y centros de Castilla y León a casi 2.000 refugiados ucranianos.