La reaparición de la Policía palestina posibilita el reparto de nueva ayuda
Israel aprovecha la vuelta de los agentes para eliminarles por presuntos vínculos con Hamás
Por segunda noche consecutiva camiones de Naciones Unidas cargados de comida llegaron al norte de Gaza y lo hicieron protegidos por la Policía palestina y representantes de algunas familias importantes de los distritos septentrionales. Los agentes de seguridad, desaparecidos desde el comienzo de la guerra, abrieron el paso a los vehículos y los escoltaron hasta los almacenes, tal y como mostraron las imágenes difundidas por cadenas como Al-Araby, que cuenta con un corresponsal en esta parte de la Franja que Israel ha aislado de la zona sur.
Las dos operaciones de entrada de ayuda fueron posibles gracias a la coordinación entre la ONU y los ‘mukhtars’, una figura que equivale a una especie de alcalde local, y contaron con la luz verde de Israel, que permitió el paso de los trailers. El caos, los saqueos y los ataques a los convoyes han sido constantes cada vez que trataban de llegar a la parte norte, la más desabastecida y castigada por los bombardeos.
«Los ‘mukhtars’ no tienen fuerza para dar protección, así que contactan con la Policía para pedir su colaboración y así ha sido posible que la ayuda llegue a los almacenes. Se trata de agentes de paisano, pero todos sabemos que son policías», asegura un periodista palestino consultado en Gaza que pide mantener el anonimato. Esta especie de nuevo cuerpo para asegurar los convoyes es una mezcla de policías y personas próximas a los ‘mukhtars’ y ha logrado disuadir a bandidos y grupos organizados que se hacen con la comida por la fuerza para luego revenderla a precios desorbitados
Israel sigue de cerca cada operación de entrada de ayuda y no duda en golpear al final de cada misión porque considera que la Policía en Gaza opera bajo el mando de Hamás. Su objetivo es acabar con el control del grupo islamista en las calles. Fruto de esta labor de inteligencia llegó el asalto al hospital de Al-Shifa del lunes para matar a Faiq Abdul Raouf al-Mabhouh, a quien presentaron como comandante del movimiento islámico responsable de «seguridad interna». El grupo fundamentalista emitió un comunicado más tarde en el que aseguró que Al-Mabhouh era director de Operaciones Centrales de la Policía Palestina en Gaza y había jugado un papel clave en el acceso y protección del primer gran convoy de ayuda en la zona norte.
En opinión de Hamás, con estas acciones Israel persigue «sembrar el caos, socavar la paz social en la Franja y perpetuar el estado de hambruna». Abatida toda la familia El segundo de los oficiales abatido por el ejército hebreo fue Raed al-Banna, director de la unidad de investigación en el norte. Su vivienda fue bombardeada, donde murieron también su esposa e hijos. A última hora de la tarde los medios palestinos informaron de otras dos muertes de policías por ataques de Israel en el campo de refugiados de Nuseirat, esta vez en el centro de la Franja. Uno de ellos fue identificado como Muhamad al-Bayoumi, el jefe de la Policía local.