Diario de León

El Ramadán, un breve respiro para el hambre de los yemeníes

Millones de personas se encuentran al borde de la desnutrición

Voluntarios preparan comida para numerosas familias para romper el ayuno. YAHYA ARHAB

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Jaled Abdalá
Saná

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Durante Ramadán, miles de familias pobres del Yemen se alimentan en las tradicionales cocinas caritativas populares, lo que supone un alivio temporal a la hambruna, una situación que regresará al término del mes sagrado y que pone en evidencia la inseguridad alimentaria en el país árabe.

En Saná, capital del país controlada por los rebeldes chiíes hutíes, Muhammad al Matbaai reconoce que la única comida que recibe de una cocina benéfica no es suficiente, pero con una sonrisa dijo igualmente: «Está bien».

«Hay muchas familias que no encuentran qué comer y algunas recurren a rebuscar en los contenedores de basura para recoger botellas de plástico reciclables y venderlas para poder comprar comida», aseguró a EFE Al Matbaai, que era agricultor hasta que una lesión medular le incapacitó para trabajar y que ahora mantiene a una familia de 12 personas.

La comida, una esperanza

La cola es extensa en esta cocina, en la que espera Al Matbaai así como otros ciudadanos más, como Abdulmalik al Jalabi, de 56 años, desempleado y con dificultades para mantener a su familia, quien expresa su gratitud por estos fogones.

«La comida que recibo apenas satisface nuestra hambre», apuntó a EFE, pero añadió: «No tengo ninguna fuente de ingresos para mantener a mi familia, y esta cocina me proporciona a mí y a muchos otros lo que no podemos permitirnos».

La devastadora crisis humanitaria del Yemen causada por un prolongado conflicto armado, que comenzó en 2014 y se agudizó con la intervención de la coalición liderada por Arabia Saudí en 2015, ha dejado a millones de personas al borde de la hambruna, luchando por asegurar necesidades básicas como la alimentación.

Unos 17,6 millones de personas en Yemen -el equivalente al 55 % de la población del país- se enfrentan a la inseguridad alimentaria, y casi la mitad de todos los niños menores de cinco años sufren retrasos en el crecimiento de moderado a grave, según la ONU.

Sin embargo, durante el mes de ramadán, el espíritu de ofrecer todo lo que tienen y la caridad cobran vida en los barrios empobrecidos de Saná, ya que los comedores de beneficencia ofrecen comidas a los más necesitados con platos de arroz y sopa, que ofrecen un atisbo de esperanza frente a la desesperación.

«Nuestra situación empeora cada año», aseveró Khair mientras espera su comida fuera de otra cocina de caridad. «Vengo aquí a por un poco de arroz y un poco de sopa para llevarme a casa. No es suficiente, pero es mejor que nada», afirmó el yemení, un herrero de 60 años cuyo trabajo ha disminuido debido a la ralentización de la construcción.

¿Y después de Ramadán?

Esta iniciativa de las cocinas caritativas para Ramadán fue iniciada hace unos siete años por unos jóvenes que decidieron hacer un «iftar» (comida que rompe el ayuno) comunitario en la mezquita del barrio para las familias más pobres. «La idea se extendió y gracias al apoyo de los donantes, creamos la cocina», dijo a EFE Ahmed al Baili, farmacéutico a cargo de una de estas cocinas mientras supervisaba a su equipo que preparaba las comidas para su distribución.

Sin embargo, «los donantes dicen que ya no pueden aportar la misma cantidad que en años anteriores, y ahora sólo ofrecen la mitad o una cuarta parte de las donaciones anteriores», explicó.

Su comedor benéfico atiende diariamente a unas 1.900 familias, con un coste de 650.000 riales yemeníes (unos 2.600 dólares), indicó.

Para Abdulrahman al Bajeli, de 50 años, la comida que recibe de esta cocina le ayuda a romper el ayuno, pero la lucha por el sustento continúa más allá del Ramadán.

«La generosidad de la gente de buen corazón nos hace sentir seguros durante el Ramadán», dijo al Bajeli, que mantiene a una esposa y dos hijos, mientras llevaba en brazos a una niña de cinco años.

«Pero las privaciones vuelven cuando termine el Ramadán. Esperamos que los benefactores sigan apoyando estos proyectos durante todo el año», sentenció el yemení.

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