El rey Carlos III de Inglaterra regresa a las actividades públicas el martes
Un comunicado de palacio sugiere que el monarca se ha recuperado del cáncer
El rey Carlos III y la reina Camila visitarán el martes un centro de tratamiento de cáncer en un acto que un comunicado del Palacio de Buckingham describe como «un paso en el retorno a sus deberes públicos, tras un periodo de tratamiento y recuperación» que el monarca ha cumplido como consecuencia de un diagnóstico de esta enfermedad.
La nota señala que los monarcas conversarán con médicos especializados y pacientes. Será «el primero de una serie de compromisos externos que Su Majestad emprenderá en las próximas semanas».
En junio serán anfitriones de los emperadores de Japón, un evento que confirma el planeado regreso de los reyes a las actividades habituales de la monarquía. La visita del martes se ha fijado un día antes del primer aniversario de la coronación el 1 de mayo de 2023.
El comunicado concluye señalando que «Sus Majestades se sienten profundamente agradecidos de las muchas amabilidades y buenos deseos que han recibido desde lugares de todo el mundo, en este año pasado de alegrías y retos».
El rey Carlos anunció el 5 de febrero que se le había diagnosticado un cáncer tras someterse a una intervención leve para corregir el agrandamiento de la próstata. La noticia de ese trastorno y el del diagnóstico de la enfermedad, cuya tipología no ha sido desvelada, quebraron una tradición de privacidad absoluta sobre la salud de los miembros de la Familia Real.
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El 22 de marzo la princesa de Gales, Catalina, anunció en un vídeo que también le habían detectado cáncer y que se está sometiendo a un tratamiento preventivo. Había sido operada en febrero de un problema en el abdomen. Las enfermedades de ambos han provocado una enorme ola de rumores, que se han revelado sin fundamento con el paso del tiempo.
Las limitaciones de la Familia Real para presidir eventos públicos han mostrado el efecto de la monarquía como figuras de importancia simbólica. El jueves ni el rey ni su hijo Guillermo, heredero del trono, acudieron a los actos de conmemoración del papel que los soldados de Australia y Nueva Zelanda desempeñaron en las dos guerras mundiales.