Brutales manifestaciones en Georgia por una ley que consideran de influencia rusa
Josep Borrell ha hecho un llamamiento a cesar la represión contra los manifestantes pacíficos
Después de la jornada del martes, que ha protagonizado los peores enfrentamientos con las fuerzas del orden después de casi tres semanas de movilizaciones, los manifestantes vuelven este miércoles a concentrarse en Tiflis, la capital del país, frente al Parlamento de Georgia, en donde está previsto que los legisladores aprueben en segunda lectura, después de que lo pospusieran el martes a causa de los disturbios en el exterior del edificio, el polémico proyecto de ley de «agentes extranjeros», una norma copiada de la aprobada en Rusia en 2012, de ahí que se la denomine «ley rusa». En primera lectura fue adoptada el pasado 17 de abril.
La Policía georgiana hizo uso a última hora del martes de porras, cañones de agua, balas de goma, gases lacrimógenos y granadas paralizantes para dispersar a miles de personas indignadas con el empecinamiento del partido mayoritario en la Cámara, «Ensueño Georgiano», en aprobar una ley para eliminar toda influencia extranjera en la política del país, medida que en Rusia está sirviendo en realidad para mantener a raya a la oposición, a los medios de comunicación y a toda disidencia.