Diario de León

Yolanda Díaz dimite como líder de Sumar, mientras el PSOE descarta elecciones

Los socialistas aseguran que «resistir también es vencer» y «ahora toca volver a la normalidad y a que este Gobierno siga gobernando»

Yolanda Díaz sale del Círculo de Bellas Artes tras renunciar como coordinadora de Sumar. SERGIO PÉREZ

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Agencias
Madrid

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La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha anunciado su renuncia como líder de Sumar tras el varapalo electoral que ha sufrido su formación tras las elecciones europeas de este domingo

Así lo ha manifestado durante una declaración pública en streaming tras la reunión de la Ejecutiva de Sumar que se ha prolongado durante más de tres horas y donde ha comunicado su determinación de renunciar al liderazgo orgánico de la formación.

Eso sí, fuentes de la formación remarcan que seguirá como ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, además de continuar como presidenta del grupo parlamentario de Sumar en el Congreso.

De esta forma, formaliza su dimisión como coordinadora general de la formación tras ser elegida en marzo de este año para el cargo en la primera asamblea estatal de la formación y asume en primera persona el batacazo de las europeas.

El nefasto balance en los comicios del 9J ha abierto una fuerte crisis en la coalición de izquierdas, con voces críticas en Más Madrid como el dirigente Eduardo Fernández Rubiño que demandaba asumir responsabilidades en la cúpula de Sumar.

Sánchez sigue

«Resistir también es una forma de vencer», proclamó este lunes la portavoz del PSOE, Esther Peña, tras la reunión de la ejecutiva de su partido que, presidida por Pedro Sánchez, analizó los resultados de las europeas de este domingo.

Los socialistas iniciaron el día con optimismo y un mensaje trasladado por el jefe del Ejecutivo a los suyos y, por añadidura, al resto de los actores políticos: «Estos comicios cierran un ciclo electoral y ahora es cuando se abre un tiempo en el que toca volver a la normalidad y a que este Gobierno siga gobernando». La normalidad de esta legislatura, sin embargo, es vivir en el sobresalto. En la noche electoral, el PSOE entendió que haber quedado a solo dos eurodiputados del PP y por encima del 30% del voto, aunque fuera a cuatro puntos y 700.000 votos de los populares, implicaba un salvoconducto para retomar su agenda. Ayer hablaban ya de poner en marcha las medidas de «regeneración democrática» que Sánchez anunció tras los cinco días de finales de abril en los que amagó con dimitir y de tratar de desbloquear de una vez por todas el Consejo General del Poder Judicial con una reforma legislativa en la que lleva semanas trabajando el ministro de Justicia, Félix Bolaños.

La teoría de que ahora, tras siete meses prácticamente atados de pies y manos, con más de año y medio por delante hasta las elecciones de Castilla y León, en febrero de 2026, y con la amnistía al ‘procés’ aprobada, podrían pisar el acelerador se topó, no obstate, en cuestión de horas con la difícil realidad. Primero, el anuncio de dimisión de sus cargos orgánicos en Sumar de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, por el mal resultado de su formación. Después, la noticia de que la victoria del líder del PSC, Salvador Illa, en las catalanas del 12 de mayo , presentada como éxito de la apuesta por la «convivencia» del Gobierno, no ha servido para aplacar al independentismo, que desobedeciendo al Constitucional, se hizo con la presidencia del Parlament.

La posibilidad de una repetición electoral en Cataluña, justo cuando habría que negociar los Presupuestos Generales de 2025 para los que son necesarios todos los socios de la investidura planea el ambiente. Pero «resistir también es vencer». Y Sánchez tiene intención de seguir haciéndolo. También lo dijo Peña. «Si alguien esperaba adelanto electoral, que abandone toda esperanza porque tenemos Gobierno progresista para rato».

El jefe del Ejecutivo se ha hecho experto en vadear escollos que a otros les habrían hecho tirar la toalla. «Seis años de debilidad, el día que estemos fuertes...», ironizaba este lunes uno de sus ministros. Otro restaba importancia a las dificultades: «Iremos viendo».

La prioridad de los socialistas el 9-J era, sobre todo, resistir la comparación con el PP y solo con el PP. Ya sabían que su estrategia podía vaciar a Sumar y que eso podía complicarles las cosas en el medio plazo.

Si las europeas fueran generales: el PP sumaría con Vox y Alvise

Es siempre un ejercicio de política ficción. No solo porque en las elecciones generales nunca se vota igual que en los comicios europeos y por el hecho de que en unas elecciones al Congreso siempre se registra mayor participación. También porque existen varias limitaciones metodológicas como que este domingo concurrieron en coalición diversos partidos regionalistas, nacionalistas e independentistas que nunca lo harían en otro tipo de consulta.

Partiendo de esas prevenciones, si se extrapolaran los resultados del 9-J a unas hipotéticas elecciones a Cortes, repartiendo los votos por circunscripciones, aplicando la ley D’Hont y haciendo lo propio con la Ley Electoral, que fija que en las generales hace falta alcanzar al menos el 3% de las papeletas en una provincia para entrar en el reparto de escaños, este sería el escrutinio aproximado. El PP ganaría las elecciones con 152 diputados, 15 asientos más en el congreso de los 137 que tiene en la actual legislatura y que no le han sido suficientes para alcanzar la Moncloa. Es decir, los populares obtendrían el mejor resultado de un partido en unos comicios a las Cortes desde que en 2011 Mariano Rajoy conquistara su mayoría absoluta de 186 representantes en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo.

Si los votos del domingo se repitieran en unos comicios al Congreso, Alberto Núñez Feijóo podría intentar llegar a la Moncloa. El PP, con la extrapolación, sumaría para alcanzar la mayoría absoluta, aunque para ello necesitaría los votos de Vox (la proyección le otorga 22) y la abstención o el apoyo de Se acabó la Fiesta (SALF), la agrupación de electores del agitador Alvise Pérez, que irrumpiría con 5 asientos. Con el escaño que cosecharía Coalición Canaria (que mantendría el que tiene), el PP y la formación de Santiago Abascal se quedarían a uno de la mayoría absoluta.

A los populares les darían los números por el hundimiento sin paliativos de Sumar. Porque el PSOE también subiría. El partido de Pedro Sánchez pasaría de sus actuales 121 diputados a 131, pero ese incremento no compensaría, ni de lejos, la debacle de la coalición de Yolanda Díaz.

La extrapolación refleja un fuerte vuelco al equilibrio de bloques derecha/izquierda a nivel nacional. El pasado año en las generales, la derecha consiguió el 45% de votos.

Vox cree que la irrupción de SALF obedece a un «hartazgo»

El líder de Vox en Bruselas, Jorge Buxadé, ha valorado este lunes que la irrupción de la agrupación de electores Se Acabó La Fiesta (SALF), del agitador Alvise Pérez, en el Parlamento Europeo hunde sus raíces en un «hartazgo» que ellos «comparten», y ha confirmado que los equipos de ambas formaciones contactaron en el marco de la noche electoral.

Vox consiguió este domingo doblar su representación en el Parlamento Europeo, pero competía por una parte de su electorado con SALF, que se expresa en términos similares a los de Santiago Abascal en un abanico de temas, como la corrupción o la defensa del sector primario. De su lado, la agrupación de Alvise logró tres escaños en la Eurocámara, al cosechar 800.000 votos.

En rueda de prensa desde la sede nacional de Vox, Buxadé ha explicado que la irrupción de Alvise en el Parlamento Europeo «responde a un hartazgo de los españoles con la corrupción y parte del sistema», que su partido «comparte plenamente». «Y lo hemos manifestado y seguimos manifestando», ha ahondado.

De hecho, ha confirmado que equipos de Vox y SALF tuvieron un contacto durante la noche electoral, y que las conversaciones seguirán produciéndose en los próximos días «sin ningún problema», aunque no ha especificado en qué línea van esos diálogos.

Fuentes de la dirección de Vox matizan que el contacto de la noche electoral fue a través de mensajería y que a lo largo de hoy tendrá lugar una llamada, aunque rehúsan confirmar si el diálogo está orientado a que SALF se integre en la familia europea de Vox, el Grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR). En cualquier caso, las fuentes se congratulan porque las ideas de Alvise, similares a las suyas, se amplifiquen en la Eurocámara.

Sobre la posible fuga de votos de Vox a SALF, el líder de la delegación de Vox en Bruselas no ha querido «hipotetizar», pero ha puesto el foco en que su partido habría cosechado más apoyos de haber sido la participación en los comicios mayor. Buxadé ha tildado de «grave» las abstenciones en el 9-J.

El PP tilda de aplastante su victoria en el 9-J

El PP tiene claro su discurso tras el 9-J y las consecuencias que esta cita electoral ha traído consigo en el seno del Gobierno de Pedro Sánchez. Los resultados del domingo —en los que los populares consiguieron cuatro puntos de ventaja sobre los socialistas y nueve diputados más que en 2019— permiten hablar en Génova de una victoria «clara, inapelable y aplastante» por la que el presidente del Gobierno, según los conservadores, queda abocado a un solo camino: el de convocar elecciones generales y dar el mismo paso al lado que otros líderes socialistas dieron en el pasado al naufragar en los comicios comunitarios.

Una idea que cobra incluso más fuerza para Génova con las dos principales noticias que coparon ayer la política nacional: la dimisión al frente de Sumar de Yolanda Díaz, a quien los de Alberto Núñez Feijóo recriminan abandonar solo sus cargos orgánicos en la coalición que fundó hace un año y no hacer lo propio con los institucionales en La Moncloa; y la elección de Jordi Rull como president del Parlament de Cataluña, un gesto que interpretan como un nuevo síntoma de debilidad de Sánchez frente a sus socios. «Ahora será el independentismo quien marque los tiempos de la investidura, poniendo las posibilidades de Salvador Illa cada vez más en entredicho y acercando las de Puigdemont», incidían ayer fuentes de los populares, quienes consideran que todos estos estos acontecimientos evidencian que el fin del secretario general del PSOE «se está cocinando a fuego lento». «Quien tiene que hacer hoy una reflexión en Moncloa es el señor Sánchez. Cuando el PSOE, con Alfredo Pérez Rubalcaba a la cabeza, perdió por tres puntos, su secretario general dimitió, asumió la responsabilidad y dio un paso más», dijo este lunes Borja Sémper, portavoz nacional del partido, en una rueda de prensa desde Génova.

Según el dirigente popular, Sánchez perdió el domingo el «plebiscito» que él mismo planteó al introducir a su mujer en campaña electoral.

En este escenario, el Partido Popular incidían ayer en la tesis de que el presidente «no tiene mayoría para seguir adelante» tras sus resultados.

Dardos al PSOE

El Partido Popular cree que el independentismo será quien marque ahora los tiempos

La salida de Díaz tras las europeas

Sumar encarará en las próximas semanas un proceso clave para su futuro al tener que acometer el relevo en su liderazgo, tras el anuncio de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, de dejar su cargo de coordinadora general de la formación tras el batacazo en las elecciones europeas.

Fuentes de la formación han remarcado que la idea es realizar una sucesión rápida para pasar cuanto antes este periodo de interidad, pero sin precipitarse. Una labor que recaerá en el Grupo Coordinador de Sumar, su máximo órgano de dirección conformado por 80 miembros, que deberá proponer entre sus integrantes al nuevo líder orgánico de la formación lanzada por Díaz y que se construyó bajo el tirón electoral de su figura. En este órgano no están integrados los principales aliados de Sumar como Más Madrid.

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