Primeros contactos entre los grupos y la presidenta del PE abren el ciclo de negociación
El objetivo del encuentro era tomar nota de los resultados electorales
Los líderes de los grupos políticos del Parlamento Europeo y la presidenta de la institución, Roberta Metsola, dieron ayer los primeros pasos de la nueva Eurocámara y mantuvieron las conversaciones iniciales sobre qué mayorías serán posibles, que se perfilan complejas.
La reunión ha sido la primera ocasión de saludarse tras las elecciones para jefes de grupo como el popular Manfred Weber, la socialdemócrata Iratxe García, la liberal Valérie Hayer o la ecologista Terry Reintke, que han revalidado su escaño y pueden optar en las próximas semanas a ser reelegidos líderes de sus formaciones parlamentarias.
El objetivo del encuentro era tomar nota de los resultados de las elecciones e iniciar la búsqueda de una mayoría estable necesaria para sacar adelante legislación en la próxima legislatura, cuya primera tarea será confirmar al presidente de la Comisión Europea que nominen a finales de mes los jefes de Estado y de Gobierno en dos cumbres en Bruselas: una el día 17 y otra durante el 27 y 28.
«Ha sido una primera toma de contacto de los presidentes de los grupos, sobre todo para analizar el resultado de estas elecciones, la composición de esta Cámara y determinar los próximos pasos», señaló Iratxe García a la salida del encuentro.
La jefa de los sociademócratas en la Eurocámara concedió que, «en ese inicio de las negociaciones, el Consejo (que representa a los Gobiernos de la UE) tiene un papel importante (...), pero el Parlamento también tiene que negociar».
La favorita para liderar el Ejecutivo comunitario es la cabeza de lista del Partido Popular Europeo, que ha ganado las elecciones: la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Su nominación debería confirmarse en las próximas tres semanas, con las citadas cumbres del Consejo. Y después le tocará al Parlamento confirmarla en un voto que podría celebrarse en el primer pleno de la nueva Eurocámara (tercera semana de julio) o en el segundo, que será en septiembre.
Las elecciones han configurado un hemiciclo en el que los grupos que han apoyado a Von der Leyen esta legislatura mantienen su mayoría, pero con menos escaños, y tienen más espacio las fuerzas ultraconservadoras y de extrema derecha.
Por eso, y ante la posibilidad de que eurodiputados dentro de los propios populares, socialdemócratas y liberales no la apoyen (el voto es secreto), Von der Leyen puede intentar buscar más aliados para ser ratificada en su cargo, en los Verdes o en algunas delegaciones del grupo ultraconservador, como los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni.
Ahora bien, el acercamiento a los Verdes de la alemana puede no gustar a partes del PPE que tienen posturas opuestas a cómo avanzar en la política climática; mientras que los contactos de Von der Leyen con Meloni son inaceptables para socialdemócratas y liberales. «Vamos a jugar nuestro papel de crear alianzas y la única condición que ponemos en esas alianzas es que en ningún caso la extrema derecha participe de ellas. Para hablar de más detalles es todavía pronto», advirtió García.
Desde los Verdes, Reintke insistió ayer en que están listos para negociar la reelección de Von der Leyen (se abstuvieron en el voto de 2019), pese a que no apoyaron algunas leyes emblemáticas de esta legislatura, como el Pacto de Migración y Asilo, lo que causa desconfianza en las filas del PPE. «Estamos preparados para negociar, pero tenemos cuestiones políticas que necesitamos para ser parte de una coalición», señaló Reintke, que se refirió a la necesidad de progresar en cuestiones verdes, de justicia social y del Estado de derecho.
Al concluir la reunión formal, Reintke se quedó en torno a media hora hablando en privado con el líder popular, Manfred Weber, presumiblemente en busca de esas líneas comunes.
Weber, cuyo partido quiere empezar a negociar con socialdemócratas y liberales, se mostró crítico con que los Verdes se negaran a «aceptar el compromiso» entre los grandes grupos proeuropeos para sacar adelante el Pacto de Migración y Asilo hace pocos meses. En ese sentido, subrayó que la mayoría se logró entonces con partidos de Gobierno en Italia y Chequia.