Baúles del retorno saharauis que se quedaron en Tinduf
Estas piezas de los refugiados simbolizan los años de espera a una vuelta sin fecha prevista
Como todos los refugiados saharauis, Mestehia Jatri utilizó las chapas de zinc que hacen de techo en las casas de los campamentos de Tinduf, Argelia, para construir su baúl del retorno que llenaría de enseres para regresar en 1992 a su Sáhara Occidental natal.
Nunca regresaron, pero mantiene el arca en el patio de aquel anhelo frustrado.
«Cuando nos lo dijeron (que el referendum estaba acordado y cerca de celebrarse) nos alegramos muchísimo y todas las familias empezamos a montar los baúles del retorno. En cada jaima veías uno», cuenta a EFE Mestehia frente al suyo que contenía «aquella felicidad de volver a casa».
Los baúles que las familias mantuvieron representaron durante años en los campamentos el esperado retorno del refugiado y las promesas de independencia pero, al tiempo que la esperanza se alejaba, aumentaron las necesidades de una vida en el exilio. La mayoría tuvo que reciclar las chapas de zinc para volver a fabricar los techos.
«Ocho años después de montar nuestro baúl de retorno lo volvimos a reciclar y ahí están sus chapas», señala el techado de uno sus cuartos Fatimetu Hamed, vecina de Mestehia.
«La ONU nos ha mentido y nos ha dejado aquí como refugiados para siempre», trasmite Fatimetu un sentimiento de frustración.
Mestehia nació en 1953 en la villa de Guelta, en el entonces Sáhara español, y hoy reside en Smara, uno de los cinco campamentos levantados en el desierto argelino en 1975 para albergar a quienes huían de la violencia. Su marido murió en la guerra entre el Frente Polisario y Marruecos en los años 80.
Como todos los campamentos de refugiados, previstos de forma temporal al ser un estatus que se espera transitorio, carece de infraestructuras, de industrias, y sus alrededor de 173.000 habitantes subsisten principalmente por la ayuda humanitaria en un entorno de condiciones climáticas adversas.
El Frente Polisario, movimiento que lucha por la independencia del Sáhara Occidental, gestiona estos campamentos desde Rabuni, un emplazamiento que alberga las instituciones y donde residen los cooperantes internacionales que trabajan en todo el entramado humanitario sin el cuál no podrían sobrevivir. «Los saharauis son refugiados por una causa política, están aquí porque su tierra está ocupada y porque la ONU todavía no ha cumplido su promesa de resolver su conflicto celebrando el referendo», valora en entrevista con EFE Buhubeini Yahya, presidente de la Media Luna Roja Saharaui, principal organización humanitaria».