Diario de León

Los momentos claves que han llevado a Bolivia al intento de golpe de estado

La crisis política, la oposición de Arce y Morales y la crisis económica han sido los detonantes

El destituido jefe militar del Ejército de Bolivia, es escoltado para su presentación en dependencias judiciales. STRINGER

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EFE
La Paz

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Motivaciones

Zúñiga quería «un cambio de gabinete de Gobierno» y «restablecer» la democracia en el país

Reacciones al golpe

Ante el miedo y la incertidumbre los bolivianos abarrotaron cajeros y supermercados

Bolivia afrontó la tarde del miércoles una tensa jornada, con el asalto por parte del destituido jefe militar Juan José Zuñiga junto a un grupo de militares armados a la sede del Gobierno de Luis Arce en la ciudad de La Paz.

Una acción que el militar aseguró que fuese para «cambiar el gabinete de Gobierno» y para «restablecer» la democracia en el país andino.

Los bolivianos revivieron el miedo y tensión de la reciente crisis política de 2019, y por unas horas abarrotaron cajeros automáticos y supermercados.

En los últimos meses Bolivia atravesó varias situaciones que han provocado el descontento de muchos sectores en la población, la polarización en el Gobierno y una pelea por el liderazgo en el partido oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).

A continuación algunos momentos claves que condujeron a la actual crisis boliviana:

La crisis política de 2019

En 2019 los bolivianos afrontaron una crisis política y electoral en la que el Gobierno del entonces presidente Evo Morales (2006-2019) denunció un «golpe de Estado» y una alteración en el recuento de votos en las elecciones generales celebradas el 20 de octubre de ese año.

Sin embargo, integrantes de la oposición y el entonces rival electoral y expresidente boliviano Carlos Mesa (2003-2005) acusaron al Gobierno de Morales y el MAS de haber orquestado un «autogolpe» porque no consiguieron los votos esperados para ganar la presidencia en primera vuelta. Morales, que buscaba su reelección, anunció su renuncia y dijo que fue forzado por las Fuerzas Armadas, y al día siguiente salió del país al tiempo que denunciaba un «golpe de estado».

El 12 de noviembre de 2019 la senadora opositora Jeanine Áñez, asumió como presidenta interina de Bolivia por estar en la línea de sucesión y prometió convocar nuevas elecciones y en medio de un creciente caos, con enfrentamientos violentos que dejaron al menos 37 muertos y más de 800 heridos.

En las nuevas elecciones celebradas en 2020, Luis Arce candidato del MAS y exministro de Economía de Morales ganó con el 55,1 % de los votos. La expresidenta Áñez y opositores como el gobernador de Santa Cruz Luis Fernando Camacho fueron posteriormente capturados y acusados por la crisis política del 2019.

La pugna de Arce y Morales

Arce y Morales, ambos integrantes del MAS, están distanciados desde finales de 2021 y sus diferencias se profundizaron el año pasado por la realización de un congreso nacional del partido en el que, en ausencia del mandatario y de sus sectores leales, el expresidente fue ratificado como líder del partido y nombrado “candidato único” para las elecciones de 2025.

En los últimos meses Morales llamó a Luis Arce «el peor presidente de la época democrática», y también lo acusó de llevar a la economía a sus peores niveles históricos. Mientras que Arce nombró a Morales su «principal opositor» y varios funcionarios de su Gobierno han calificado al expresidente de «mitómano» y de querer «adueñarse del país».

Mas y crisis económica

En el partido oficialista MAS se dividió en dos facciones, la ‘evista’ fiel a Morales y la ‘arcista» de los seguidores del presidente boliviano.

Ambos bandos han intentado desde el año pasado, realizar congresos nacionales para nombrar una nueva directiva y proclamar un candidato presidencial para las elecciones de 2025.

Sin embargo todos los intentos de formalizar un congreso del MAS han sido desestimadas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que pidió a ambas facciones realizar «un congreso conjunto» para cumplir con todos los estatutos internos del partido.

En los últimos meses el país andino ha sentido la falta de dólares en su economía, la escasez de combustible y el encarecimiento de algunos productos y alimentos.

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