Los líderes de la OTAN quieren blindar la ayuda de 40.000 millones a Ucrania
Los aliados creen que Rusia necesita apoyo más allá de Corea del Norte e Irán para mantener su guerra contra Kiev
Biden, en un encuentro con simpatizantes en Harrisburg. JIM LO SCALZO
Los líderes de la OTAN quieren blindar en la cumbre que celebra en Washington la ayuda financiera de 40.000 millones de euros anuales para Ucrania propuesta por el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, que confía en que esta cifra sea la referencia «mínima» para un apoyo que quiere que se revise y se amplíe de forma anual.
La cumbre, la primera en la que participa Suecia como miembro de pleno derecho, conmemora el 75 aniversario de la Alianza. A la cita acude el presidente ucraniano, Volomidir Zelenski.
Stoltenberg quiere dejar su impronta con un compromiso financiero de la OTAN para Ucrania en el que será su último encuentro con los líderes como secretario general antes de pasar el testigo en octubre a su sucesor, el exprimer ministro neerlandés Mark Rutte.
«40.000 millones es la base mínima para poder, en caso de necesidad, proporcionar más apoyo, y garantizar que Ucrania dispone de las fuerzas necesarias para derrotar a los invasores rusos», dijo Stoltenberg en la rueda de prensa previa a la cumbre de Washington, pese a que se ha rebajado notablemente su aspiración inicial de establecer un paquete de ayuda plurianual de 100.000 millones para garantizar el respaldo robusto y a largo plazo a Kiev. España ha comprometido ya que aportará 1.000 millones de euros.
La OTAN cree que Rusia va a necesitar ampliar los apoyos militares internacionales más allá de los que recibe de Corea del Norte e Irán para mantener el ritmo de la guerra contra Ucrania, informó ayer un alto funcionario aliado.
«Para sostener operaciones ofensivas reales, Rusia tendría que asegurarse importantes suministros de munición de otros países más allá de lo que ya está recibiendo de Irán y de Corea del Norte, y (el presidente ruso) Vladímir Putin tendría que ordenar otra movilización a gran escala», indicó el responsable aliado, que habló bajo anonimato.
La OTAN cree en cualquier caso que el actual panorama en el campo de batalla no es muy halagüeño para Rusia, que tiene que lidiar con obstáculos como la gestión de tropas inexpertas enfocadas en lograr «objetivos poco realistas».
En ese contexto, cree que Rusia necesitará más apoyos al margen de los que obtiene ya de Pionyang y Teherán, de cuyo nuevo Gobierno la OTAN no espera un cambio de política respecto a la guerra en Ucrania.
El ministro ucraniano de Exteriores, Dmitró Kuleba, pidió ayer al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ayuda para reconstruir el hospital infantil de Kiev atacado ayer por Rusia. Los jefes de la diplomacia estadounidense y ucraniana se reunieron en la sede del Departamento de Estado con motivo de la Cumbre de la OTAN. Según Blinken, la cumbre de los aliados servirá para «estrechar los lazos» entre Ucrania y la Alianza.