La izquierda se atasca al designar un candidato a primer ministro
Macron pide unidad a sus lugartenientes y les avisa: «serán barridos» si intentan romperla
Los partidos de la izquierda francesa no lograron salir este viernes del atasco de los últimos días a la hora de designar a un candidato de consenso a primer ministro para proponerlo al presidente Emmanuel Macron.
«Hay una situación de bloqueo desde hace algunas horas. No logramos encontrar un acuerdo entre las propuestas de La Francia Insumisa (LFI) y las del Partido Socialista (PS)», reconoció ayer el secretario general del Partido Comunista (PCF), Fabien Roussel.
En unas declaraciones a la prensa, Roussel aseguró que «hay una urgencia enorme» entre los partidos que integran el Nuevo Frente Popular (además de LFI, PS y PCF, están los ecologistas) para consensuar un candidato a pesar de que no hay progresos.
La izquierda había dicho que presentaría a Macron un candidato de consenso a primer ministro durante esta semana.
Ante el bloqueo persistente, Roussel dijo que se intentó «encontrar otra vía» con un candidato de fuera de LFI y PS, las dos formaciones mayoritarias del Frente Popular, y que los comunistas propusieron a Huguette Bello, una excomunista de 73 años, presidenta del consejo regional de Reunión y exdiputada
LFI ha propuesto por el momento cuatro opciones para primer ministro: el divisivo Jean-Luc Mélenchon, fundador del partido; su actual coordinador nacional, Manuel Bompard; su jefa de diputados, Mathilde Panot, y su número dos en la Asamblea, Clémence Guetté, según la prensa francesa.
Pero también el Partido Socialista, que pese a las insinuaciones del macronismo por el momento se ha reafirmado en su intención de mantener a toda la izquierda como un frente unido, aspira a ocupar el palacio de Matignon con nombres como el de su primer secretario, Olivier Faure.
El NFP, que con los 195 escaños que acumula en la Asamblea junto a sus socios es la primera fuerza (aunque muy lejos de la mayoría absoluta de 289), exige al presidente que los llame para gobernar y le acusan de querer ignorar los resultados de las elecciones del 30 de junio y el 7 de julio.
Mientras tanto, el presidente, recién llegado de la cumbre de la Otan de Washington, mantuvo hoy una reunión con las principales figuras de su movimiento, como el primer ministro en funciones, Gabrial Attal, y varios miembros de su Gobierno, así como la antigua presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet. «La imagen que hemos dado estos últimos días es desastrosa», reprochó Macron a sus ‘generales’ en la cita del Elíseo, después de una semana de continuos reproches internos después de las elecciones, según dijo después uno de los asistentes.
Macron les pidió «unidad» y advirtió de que si alguno de sus lugartenientes intenta romper esa unidad para lanzar ya la campaña para las presidenciales de 2027, «será barrido», describió Le Parisien.