Diario de León

Donald Trump se mantiene desafiante en su red social: «No tendremos miedo»

El intento de asesinato podría influenciar el tono de la Convención nacional Republicana

Donald Trump, en un acto de campaña el pasado 28 de junio. SHAWN THEW

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Agencias

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El intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump sacudió a la política estadounidense, provocando llamamientos a la unidad nacional por parte de los líderes de los partidos demócrata y republicano mientras el FBI intenta esclarecer los motivos del atacante.

Por ahora, el FBI ha averiguado que el autor del atentado, Thomas Crooks, de 20 años, actuó solo y disparó al exgobernante (2017-2021) desde la azotea de un tejado y usando un fusil AR-15 que había sido comprado legalmente por su padre.

Crooks, que fue abatido por agentes del Servicio Secreto solo segundos después de abrir fuego contra Trump, estaba registrado como votante del Partido Republicano. Sin embargo, registros electorales muestran que alguien con su nombre y dirección hizo en 2021 una donación de 15 dólares al Proyecto de Participación Progresista, una organización demócrata.

El suceso está siendo investigado como un caso de «terrorismo doméstico», explicó este domingo en una teleconferencia Kevin P. Rojek, el agente del FBI que dirige la investigación.

Según fuentes de la investigación citadas por medios locales, las autoridades encontraron en el vehículo y la residencia del atacante material rudimentario para hacer bombas, pero se desconoce de qué tipo. Ahora mismo, el FBI está analizando esos dispositivos en sus oficinas de Quantico (Virginia).

El intento de asesinato a Trump, el primer incidente de ese tipo desde el que sufrió en 1981 Ronald Reagan, ha suscitado importantes interrogantes sobre los posibles fallos que hubo en los protocolos de seguridad y que permitieron al atacante subirse a un tejado y disparar hasta ocho veces antes de ser abatido.

El atentado ha conmocionado al país y ha provocado llamamientos a moderar la retórica política en vísperas de la Convención Nacional Republicana en Milwaukee.

Trump, sin «miedo»

Trump, que fue herido en el ataque, llegó en la noche del domingo a Milwaukee, donde esta semana será designado oficialmente como el candidato del Partido Republicano para las elecciones del 5 de noviembre.

Antes de que despegara el avión, el expresidente había indicado en su red Truth Social que lo sucedido le hizo plantearse retrasar dos días su llegada al evento, pero decidió que no podía permitir que un «tirador o potencial asesino» alterara su agenda, por lo que optó por llegar ayer a Milwaukee.

El exmandatario, que pasó el día recluido en su club de golf en Nueva Jersey, aseguró en un comentario en la red social Truth Social que no tiene «miedo» y se mantendrá fuerte y «desafiante».

«Gracias a todos por los pensamientos y oraciones ayer. Es como si hubiese sido Dios solo el que evitó que lo impensable pasara. No tendremos MIEDO, sino que nos mantendremos fuertes en nuestra fe y desafiantes frente al mal», aseguró, antes de hacer un llamamiento a la unidad.

Biden pide "rebajar la temperatura"

El presidente Joe Biden utilizó en la madrugada de este lunes (hora española) la sobriedad del Despacho Oval para confrontar, por tercera vez en 24 horas, el intento de asesinato de su rival y predecesor. «Tenemos que rebajar la temperatura de nuestra política y recordar que, aunque estemos en desacuerdo, no somos enemigos», entonó antes de pedir a los ciudadanos que resuelvan sus problemas en las urnas y no con violencia.

El presidente se sabe en desventaja. Frente a la imagen de fragilidad que transmitió en el debate del 27 de junio, la de Trump, el sábado, ensangrentado pero desafiante, con el puño en alto. «¿A cuál de los dos querrías tener liderando el país cuando nos enfrentamos a la posibilidad de una tercera guerra mundial?», se preguntaba en un hotel de Milwaukee Sandy Hodges, delegada de Trump por Oklahoma.

Para contrarrestar esa conclusión, Biden aprovecha lo más importante que tiene a mano, el peso de su cargo. Desde ahí recordó a sus conciudadanos que el intento de asesinato que presenciaron es parte de una escalada de la violencia, fruto de una radicalización del discurso político que no puede tomarse de forma aislada. Los disparos contra congresistas republicanos que jugaban al béisbol en 2017, el intento de secuestro de la gobernadora demócrata de Míchigan, Gretchen Whitmer; el asalto al Capitolio en 2020, el ataque al marido de la portavoz del Congreso Nancy Pelosi, las amenazas e intimidaciones a funcionarios electorales en los anteriores comicios «o el intento de asesinato de Donald Trump», concluyó. «No hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia o para ninguna otra. Punto. Sin excepciones. No podemos permitir que esa violencia se normalice.».

El discurso del mandatario duró menos de seis minutos, claramente leídos de un teleprónter, que nunca podrán competir con la fuerza de la imagen de Trump, puño en alto, y de las tres palabras que pronunció en ese momento de pánico: «Luchad, luchad, luchad».

Donald Trump:

«No tendremos miedo, sino que nos mantendremos fuertes en nuestra fe y desafiantes»
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