Una Venezuela polarizada como nunca vota sus presidenciales más inciertas
El bloque líder de oposición pone en serio peligro la continuidad de Maduro como presidente
Todos los ojos del mundo están puestos hoy en las presidenciales de Venezuela. Votar por el cambio que propone la candidatura de Edmundo González Urrutia y lidera María Corina Machado o mantener seis años más al régimen chavista de Nicolás Maduro.
El proceso electoral ha estado plagado de atropellos, arbitrariedades y hasta amenazas de «un baño de sangre» por parte del oficialismo, por lo que existen serias dudas sobre si se respetarán unos resultados que favorezcan a la oposición, aunque algunos expertos y encuestas apuntan a la posibilidad de que triunfe el voto que permita la transición democrática.
Unos 21,3 millones de venezolanos forman parte del censo electoral, aunque sólo 69.000 (1,25%) de los 5,5 millones que residen en el exterior han sido habilitados para votar. Desde que el régimen bolivariano está en el poder se ha regisrado la marcha de unos 8 millones de sus ciudadanos, lo que constituye la más grave crisis migratoria de un país que tiene además cerca de 300 presos políticos. El mayor temor de la oposición en los anteriores comicios siempre fue la baja participación ciudadana, que favorece al oficialismo.
En esta ocasión, María Corina Machado, inhabilitada por el régimen para aspirar a cualquier cargo público, ha logrado unir a todos los grupos contrarios a Maduro y ha encontrado en Edmundo González un candidato libre de ser perseguido por el Gobierno. La campaña electoral de ambos ha llenado de optimismo a la oposición al ver como en todas las regiones visitadas han disfrutado de recibimientos multitudinarios al grito de «hasta el final» y «por el cambio».
Las declaraciones rotundas favorables a una victoria tanto por parte de González como de Machado dan vida al sueño del cambio. «La sensación es que estamos ante algo que es más que una elección», dijo a ‘El Correo’ el periodista Luis Carlos Díaz, un ciberactivista que fue detenido en 2019 por el chavismo durante nueve horas acusado de instigar el apagón eléctrico que vivió Venezuela. «No es libre ni justa. Se trata de un evento político y de la manifestación más democrática posible de la desobediencia civil. Porque lo insólito de este proceso es que el Gobierno cometió fraudes desde el inicio: no le permitió a la oposición postular libremente a su candidata y vetó a cualquier otra mujer. Y también impidió que más de 4 millones de migrantes en el exterior se registraran para votar y se calcula que otros 3 o 4 millones de personas que residen dentro del país pudieran inscribirse o mudarse de centro para votar porque el Centro Nacional Electoral no abrió correctamente los registros», explica Díaz.
Preguntado por lo que valora más de estos comicios, si la valentía de María Corina Machado para seguir luchando por devolver la democracia a su país o la ilusión demostrada en las calles por el cambio, Díaz comenta: «Todo está relacionado. María Corina es lo que es porque ha sido acompañada masivamente por la mayoría de la gente», señaló. «La líder del momento» «Tiene dos décadas de trabajo social y político, y ahora es la líder del momento y la gran decisora. Y eso es curioso porque es la gente común. Es el deseo de cambio porque estas condiciones de vida son insoportables para la población que no tiene grandes ahorros ni salarios. Venezuela viene de vivir la peor hiperinflación del planeta, viene de vivir una crisis humanitaria, de años de escasez decidida por el Estado, también de una explosión migratoria de más de 8 millones de personas y centenares de asesinados durante la represión. Los venezolanos vivimos con múltiples traumas, con muchas capas de horrores. Estamos rotos», añadió.
Los vídeos de la campaña de los líderes opositores han mostrado a muchas personas llorando y pidiendo la vuelta de sus familiares o rogando porque no quieren marcharse del país, hecho que algunos expertos han vaticinado si Maduro vuelve a ganar.