Los demócratas entronizan a Kamala Harris y fían a la ‘guerrera de la libertad’ ganar a Trump
Se convierte en la primera mujer afroamericana en aspirar a presidir Estados Unidos
Kamala Harris se convirtió ayer en la primera mujer afroamericana y la primera persona de origen sudasiático en hacerse con la nominación de uno de los grandes partidos de Estados Unidos. Lo hizo después de que los demócratas la hayan descrito como mujer fuerte, una guerrera de la «libertad» y la «alegría» capaz de vencer al expresidente Donald Trump.
Ayer, ante un auditorio en Chicago, enardeció a sus seguidores, que ven en ella el regreso de la esperanza y una fuerza posible de derrotar al magnate populista de extrema derecha.
La trayectoria de Harris, de 59 años, ha estado marcada por las primeras veces: fue la primera fiscal de distrito negra y la primera mujer en ejercer como fiscal general en California, la primera indio-estadounidense en llegar al Senado y la primera mujer en la Vicepresidencia de Estados Unidos.
Harris, sin embargo, insiste en presentarse a estas elecciones como el «underdog» (con menos posibilidades) y ha optado por no poner en primera línea el carácter histórico que tendría su eventual llegada a la Casa Blanca, en contraste con la campaña de Hillary Clinton en 2016.
En 2020 se lanzó para competir por la nominación presidencial demócrata, pero tuvo dificultades para definir sus propuestas y algunos votantes consideraron que no era lo suficientemente auténtica. El presidente estadounidense, Joe Biden, acabó siendo el candidato del partido y la eligió para la Vicepresidencia.
Ahí Harris apenas pudo brillar pero encontró su voz en la defensa del derecho al aborto. Se convirtió en la portavoz principal de la Administración sobre este tema, canalizando la indignación que millones de mujeres sintieron cuando la Corte Suprema de Estados Unidos anuló en 2022 la protección federal del derecho al aborto.
Tras la decisión de Biden de poner fin a su campaña, Harris construyó rápidamente su campaña presidencial en torno al concepto de libertad: libertad para que las mujeres decidan sobre sus cuerpos y libertad para que cada estadounidense aspire a una vida mejor.
Con la canción ‘Freedom’ de Beyoncé como himno, Harris ha recorrido el país con el lema «no retrocederemos». Su mensaje central plantea que Estados Unidos debe elegir entre dos visiones: un país marcado por el «caos», el «miedo» y el «odio» de Trump, o uno de «libertad» y «esperanza».
En la convención demócrata en Chicago, donde Harris aceptó ayer la nominación, el expresidente Barack Obama la presentó como la sucesora del movimiento de la «esperanza» que lo llevó a la Casa Blanca en 2008. Doug Emhoff, esposo de Harris, la ha descrito como una «guerrera alegre», elogiando su risa franca, un rasgo que Trump ha intentado usar en su contra.
Ayer por la noche, Harris subió al escenario de la convención para definirse a sí misma, con todos sus matices. Y para asegurar que la libertad ganará.