Alemania contiene la respiración ante una posible victoria ultra
Empresas, artistas y hasta la Iglesia, alarmados ante el ascenso de Alternativa para Alemania
El anuncio publicado por la cadena de supermercados Edeka, la mayor de Alemania, es sintomático de la preocupación reinante en el país, incluido el empresariado, ante el anunciado triunfo de la ultraderecha en los comicios regionales que se celebran este domingo en los Estados federados orientales de Sajonia y Turingia, así como en Brandeburgo a final de mes. El llamamiento publicado en redes sociales y a página entera en periódicos como Frankfurter Allgemeine o Die Zeit lleva como título «Por qué Edeka no vota azul», en referencia al color de la populista y xenófoba formación Alternativa para Alemania (AfD), y cuenta con distintas fotografías de frutas y verduras que demuestran la diversidad de la naturaleza.
«La evolución nos ha enseñado: azul no es una buena elección», dice el anuncio. Y continúa: «Y hablando de elecciones: no sólo entre la fruta y la verdura es el azul el enemigo natural de una diversidad sana. En Alemania los azules son ya hoy la mayor amenaza para una sociedad diversa». La publicidad sentencia finalmente: «Identifiquemos correctamente las señales de advertencia en las elecciones a los Estados de Sajonia, Turingia y Brandeburgo en septiembre y preocupémonos de una convivencia aceptable. Amamos la diversidad».
Edeka es una de las muchas firmas que operan en el este de Alemania, donde se han desatado todas las alarmas ante una más que posible victoria de la racista AfD en los comicios legislativos. «Si alcanza el poder o simplemente consigue más poder tememos daños masivos para esta región como sede industrial», avisa Judith Borowski, gerente del fabricante sajón de relojes de lujo Nomos. La relación que los clientes harían entre productos y gobernantes sería fatal, afirma Borowski, quien recuerda además que el país necesita urgentemente mano de obra extranjera especializada para que su industria funcione y una victoria de la ultraderecha no haría sino espantar a posibles interesados.
A las advertencias sobre las consecuencias de un triunfo electoral de la extrema derecha se han sumado incluso el Sínodo de la Iglesia Evangélica, la Conferencia Episcopal de la iglesia Católica y el Consejo de los Judíos en Alemania. «Quien atiende a las declaraciones públicas de los representantes de AfD y sus programas llega a la conclusión de que contradicen principios cristianos fundamentales como el de la dignidad humana, el principio de amor al prójimo y el de la solidaridad. Ese partido quiere acabar con nuestro sistema democrático libre y por eso debo advertir contra él a los cristianos y cristianas», afirmaba esta semana Georg Bätzing, máximo representante de los obispos germanos.
Llamamientos a los que se han sumado intelectuales, artistas y deportistas conocidos a nivel nacional e internacional, pero que parecen no tener efecto. Las encuestas en Sajonia anuncian una lucha cuerpo a cuerpo por la victoria entre los conservadores de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y AfD, mientras que en Turingia todos los sondeos sin excepción cantan un triunfo incontestable de la ultraderecha, con hasta diez puntos de ventaja sobre los conservadores.