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Scholz desoye a quienes culpan a su tripartito de gobierno del triunfo ultra

El canciller alemán, Olaf Scholz.EFE/EPA/CLEMENS BILAN

Publicado por
Juan Carlos Barrena
Berlín

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El populismo de los dos extremos del espectro político es el gran triunfador de las elecciones en los Estados federados germanos de Sajonia y Turingia. El ultraderechista de Alternativa para Alemania (AfD), confirmada como primera fuerza política en el este del país, y el de izquierdas de la novedosa Alianza Sarah Wagenknecht (BSW), escisión del partido La Izquierda que lleva el nombre de su carismática líder. Mientras los primeros representan la primera victoria electoral regional de una formación cercana al nazismo desde la II Guerra Mundial, los segundos serán socio obligado de los dos nuevos gobiernos que salieron de los comicios del domingo.

Reiterado el compromiso de todos los partidos democráticos de mantener a AfD aislada y fuera del poder, los resultados apuntan a la Unión Cristianodemócrata (CDU) -primera en Sajonia y segunda en Turingia- como fuerza que liderará las complicadas negociaciones para la formación de sendas coaliciones de gobierno, inevitablemente con partidos de izquierda como BSW. No hay otras opciones. La decisión de mantenerlos marginados indigna a Alternativa para Alemania, que considera su aislamiento una ofensa a sus electores, ya que sumó un tercio de los votos en ambos Estados.

No fue el único revés para la ultraderecha. La comisión electoral corrigió ayer el reparto de escaños en Sajonia y retiró a AfD la llamada minoría de bloqueo tras un error informático. Socialdemócratas y verdes tendrán uno más cada uno, mientras que cristianodemócratas y populistas de derechas pierden también uno. La ultraderecha contará con 40 diputados en vez de los 41 adjudicados inicialmente, lo que conllevará una decisiva cesión de poder.