Starmer y Harris acuerdan reinicia» las relaciones entre el Reino Unido e Irlanda
Los laboristas británicos quieren borrar cuanto antes todas las consecuencias de un largo período conservador en el 10 de Downing Street. El primer ministro de Reino Unido, el laborista Keir Starmer, ha emprendido una actividad frenética para «corregir» la herencia que le han dejado los ‘tories’. Su objetivo de cambio apunta a todos los campos, también al de las relaciones con sus vecinos irlandeses. Para ello ayer realizó la primera visita de un mandatario británico a Irlanda en cinco años y acordó con su homólogo de Dublín, Simon Harris, «reiniciar» las relaciones bilaterales.
Empezarán con la recuperación de las reuniones anuales del pasado. La primera cita de la nueva tendrá lugar en marzo del año próximo. El guión también se ha fijado tras pactar que concentrarán el diálogo en cuatro ámbitos: cuestiones de seguridad y globales; clima, energía y tecnología; crecimiento, comercio e inversión y cultura, educación y ‘conexiones de pueblo a pueblo’.
Partido de fútbol
Harris recibió a Starmer en la Casa Farmleigh de Dublín con una comida de trabajo y encuentros con figuras del mundo empresarial, según informó el periódico ‘The Irish Times’. Después asistieron juntos al partido de las selecciones de fútbol de Irlanda e Inglaterra celebrado en el Estadio de Lansdowne Road. El dirigente irlandés destacó que es una oportunidad de «encaminar las relaciones británico-irlandesas en una nueva senda» y para ello pretenden «demostrar qué es un reinicio» tras la turbulenta etapa del Brexit.
Starmer también quiso hacer hincapié en que el «momento de reinicio» de las relaciones y abogó por «dar auténtico contenido a esas palabras». Apeló al «papel conjunto» de ambos gobiernos para aplicar el Acuerdo de Belfast que puso fin a la violencia política en Irlanda del Norte o a las afinidades en cuestiones internacionales clave como Ucrania o Gaza. Es la segunda vez que se reúne con Harris desde que tomó posesión hace ocho semanas, lo que demuestra la importancia que confieren ambas partes a la mejora de las relaciones. El primer ministro irlandés fue el primer mandatario internacional al que Starmer vio después de su arrolladora victoria electoral.