Las explosiones de walkie-talkies y buscas contra Hezbolá en el Líbano provocan una masacre
Israel desencadena un ataque simultáneo con miles de buscas contra la guerrilla chií
El número de muertos por la nueva oleada de explosiones en aparatos de comunicación ocurrida ayer en el Líbano asciende ya a 14 y el de heridos a más de 450, según informó el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud Pública libanés. Las víctimas se suman a los 8 muertos y al menos 2.500 heridos en las explosiones de ‘walkie-talkies’ del día anterior. Una operación conjunta de los servicios secretos —el Mosad— y el Ejército de Israel que lograron introducirse en algún punto de la cadena de fabricación y distribución de los buscas de Hezbolá. La fábrica de los aparatos en Taipei ha negado que ellos hayan participado en esta operación que ha supuesto el golpe más duro de los últimos años a Hezbolá.
Las detonaciones de ayer son la segunda muestra consecutiva de la infiltración masiva sin precedentes en la historia. Al menos 5.000 aparatos distribuidos entre dirigentes de Hezbolá están ‘contaminados’ con una pequeña carga de explosivo que ha provocado una gran masacre entre sus líneas y afectado a civiles. La operación, absolutamente secreta, enciende aún más Oriente Próximo.
Ayer, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, felicitó a las fuerzas de seguridad por sus «excelentes logros» y habló de una «nueva fase de la guerra». Y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo, en sus primeras declaraciones desde que comenzó la oleada de explosiones, que Israel devolverá «a los residentes del norte a sus hogares».
La Defensa Civil libanesa informó en un comunicado de que sus equipos participaron en la extinción de incendios desencadenados en decenas de inmuebles y vehículos en el oriental Valle de la Bekaa, el sur del país o los suburbios meridionales de Beirut. Según su recuento, sólo en la provincia meridional de Nabatieh ardieron 60 viviendas y establecimientos, así como 15 coches y decenas de motocicletas a causa de las explosiones de «aparatos inalámbricos y lectores de huellas dactilares». También se registraron fuegos en menor medida en las demarcaciones administrativas de la Bekaa (este), Baalbek-Hermel (este) y Sur del Líbano, así como en los suburbios meridionales de Beirut, todos ellos bastiones del grupo chií libanés Hezbolá.
Los incidentes sin precedentes de las últimas 24 horas han vuelto a disparar los miedos al estallido de una guerra abierta en el Líbano, contra el que Israel ya había intensificado su retórica en los días anteriores.