Zelenski advierte del ataque de Putin a la conexión de las centrales nucleares
Volodímir Zelenski se presentó ayer miércoles ante la Asamblea General de la ONU como un presidente en guerra en busca del apoyo del mundo para defenderse de la agresión rusa, que cada año parece ser más cruel. «Putin se está preparando para atormentar este invierno a millones y millones de ucranianos», informó en su tercera intervención ante el organismo internacional. No era una generalidad, sino el resultado de los»alarmantes» informes de la inteligencia ucraniana que, dijo, acababa de recibir. En ellos se informa de que el presidente ruso planea atacar también las plantas nucleares y la infraestructura con objeto de desconectarlas de las redes eléctricas y lo hará con la ayuda de satélites. «Por cierto, damas y caballeros, satélites de otros países», avisó. El objetivo ruso es sumir de nuevo en el frío y la más profunda oscuridad a un pueblo extenuado por la guerra. «Imagínense, por favor, a su país con el 80% menos de su infraestructura energética. ¿Qué clase de vida sería esa?», dijo Zelenski.
Hay, sin embargo, otra amenaza que puede tocar a las puertas de sus vecinos y eventualmente del mundo, porque la radiación no se detienen en las fronteras. «Dios no quiera que el ataque de un misil o de un dron o de cualquier incidente crítico en el sistema energético pueda llevar a un desastre nuclear», advirtió. «Ese día nunca debe llegar. Hay que dejárselo muy claro a Moscú», reclamó. Volodímir Zelenski cuenta con el mundo para «poner presión sobre el agresor» y que entienda que esas plantas nucleares tienen que ser seguras. El mandatario ucraniano criticó duramente a China y Brasil por «tratar de formar un coro de voces con alguien en Europa y alguien en África proponiendo algo alternativo a una paz justa», atacó. «Surge la pregunta: ¿Cuál es su verdadero interés?» Para ellos, Zelenski tiene una advertencia, que suena amenaza velada. «No fortalecerás tu poder a expensas de Ucrania», prometió.
El mandatario aseguró que quiere paz para su pueblo, pero «una paz real y justa». Tampoco pretende dividir al mundo, insistió, solo saltarse las limitaciones del pecado capital de la ONU en el Consejo de Seguridad. «Cuando el agresor tiene poder de veto, la ONU es impotente para parar la guerra», recordó. Casi un centenar de países apoyan ya el plan que propuso hace dos años en el marco de la cumbre del G20, según dijo. «Rusia, un país 20 veces mayor que Ucrania en territorio, todavía quiere más y más territorio», denunció. Su mensaje es que la ambición de Putin no acabará en Ucrania, donde de momento es su pueblo el que sufre. «A muchos les preocupa que el entendimiento más profundo de la guerra siempre se encuentra en el hogar que ha destruido», lapidó.