EE UU envía al jefe del Comando Central a Israel para ejecutar el plan contra Irán
El ejército hebreo bombardea puestos de mando de Hizbulá en los suburbios del sur de Beirut y quiere dar caza al nuevo líder
El jefe del Comando Central de Estados Unidos, el general Michael Erik Kurilla, llegó ayer a Israel para participar en la coordi nación de la respuesta del Estado hebreo al ataque iraní del martes. Israel prepara su respuesta al ataque masivo de la república islámica, que será «seria y significativa», dijeron esta tarde oficiales de las fuerzas armadas.
El martes, 180 misiles balísticos lanzados por Irán llegaron a Israel en un ataque masivo que hizo sonar las sirenas antiaéreas en todo el país, obligó a millones de personas a buscar refugio en cuestión de minutos y dejó una víctima mortal. Entre los posibles objetivos de la respuesta hebrea se encuentran las instalaciones petrolíferas iraníes, algo de lo que Estados Unidos ha intentado disuadir a Israel.
«Si estuviera en su lugar, pensaría en otras alternativas distintas a atacar los campos petrolíferos», dijo en una rueda de prensa el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
El martes, al término del ataque iraní, Netanyahu aseguró que Irán había cometido un «grave error» y que iba a «pagar por ello». Irán alegó que el ataque respondía a la muerte del líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasán Nasrala, en un bombardeo israelí contra Beirut hace una semana, así como a la del que fuera líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en un ataque en Teherán que Israel nunca reivindicó ni desmintió.
La muerte de Nasrala se enmarca en la campaña de bombardeos constantes de Israel contra Líbano, con Hizbulá por objetivo, que ha afectado en los últimos días al sur del país y al valle de la Becá, en el este, pero también a la capital, Beirut.
Desde el comienzo de las hostilidades, los ataques de Israel han matado a casi 2.000 personas en el Líbano y han obligado a 1,2 millones a abandonar sus hogares, principalmente en el sur y el este del país mediterráneo. Además, el ataque de Irán se produjo horas después de que Israel anunciase una incursión terrestre en el sur del Líbano, en la que han muerto hasta el momento nueve uniformados israelíes y el Ejército estima que unos 400 milicianos de Hizbulá.
Ayer, el jefe del Estado Mayor del Ejército de Israel, Herzi Halevi, insistió en mantener la presión sobre Hizbulá en el Líbano «sin concesiones», en unas declaraciones difundidas por las fuerzas armadas israelíes.
«Tenemos que continuar aplicando presión sobre Hizbulá y hacer daño adicional y continuo al enemigo, sin concesiones y sin darle respiro a la organización», aseveró Halevi.
El Ejército israelí bombardeó ayer de nuevo los suburbios del sur de Beirut, conocidos como Dahye, con la intención de destruir puestos de mando e infraestructuras «terroristas» del grupo chií Hizbulá. Los ataques siguieron a otra campaña de bombardeos que el Ejército lanzó por la noche contra «almacenes de armas, puestos de mando e infraestructuras terroristas adicionales» de la organización proiraní en la capital libanesa.
Según Al Mayadeen, la cadena de noticias de Hizbulá, Israel lanzó al menos seis ataques aéreos sobre los suburbios del Dahye en la última hora. Según la agencia libanesa de noticias (ANN), los ataques estuvieron dirigidos contra las barrios de Burj al Barajneh y Ain al Sikka.
¿Entra Irak en la guerra?
Israel mató ayer a dos altos cargos de Hamás en el Líbano en dos ataques distintos, uno de ellos en Trípoli, el primero de las fuerzas hebreas contra esta ciudad de mayoría suní desde la guerra de 2006. Los muertos fueron Muhammad Hussein Ali al Mahmud, parte de la autoridad ejecutiva de Hamás en el país, en un ataque del que no trascendió más información, y Said Alaa Naif Ali, alto cargo de las brigadas Al Qasam. En el bombardeo murieron también tres de sus familiares.
Las Fuerzas Armadas israelíes denunciaron además el lanzamiento por parte de Hizbulá de 90 cohetes hacia territorio israelí a lo largo del día. Parte de ellos llegaron al país en dos andanadas de 30 cohetes cada una. La mayoría fueron interceptados y otros cayeron en espacios abiertos. Un número indefinido de cohetes impactaron en un edificio en la localidad árabe de Deir al Asad, a unos 20 kilómetros de la frontera norte de Israel, provocando tres heridos leves, según recogió el diario The Times of Israel.
No hay una reivindicación específica del ataque, aunque las milicias proiraníes de Irak reivindicaron ataques contra «tres objetivos vitales» en el norte, sin detallar dónde.
Irán acude a Siria
El ministro de Petróleo de Irán, Mohsen Paknejad, aseguró ayer que no está preocupado ante un posible bombardeo israelí contra las instalaciones petroleras del país en represalia por el ataque con misiles de Irán contra Israel el martes.
«No nos preocupan las crisis que están creando los enemigos de la revolución», afirmó Paknejad en declaraciones a los periodistas en una visita a la ciudad de Asaluye, en la sureña provincia de Bushehr, donde se encuentran gran parte de las refinerías y complejos petroleoquímicos del país, según informó la agencia Shana.
El ministro de Exteriores de Irán, Abás Araqchí, se reunió el sábado con el presidente sirio, Bachar al Asad, en Damasco para abordar cómo «detener la agresión israelí» y «la importancia de brindar apoyo y asistencia a los hermanos libaneses a la luz del gran desplazamiento causado por la agresión israelí», según un comunicado de la Presidencia siria.
Mientras, comienzan a celebrarse manifestaciones en Europa a favor de Gaza.
Miles de manifestantes marcharon ayer por las calles de París para pedir un boicot internacional a Israel por los ataques del Estado hebreo en la Franja de Gaza y en el Líbano. En la protesta que transcurrió desde la plaza de La República hasta la de Clichy, participaron también representantes políticos, como el líder de la izquierda radical de la Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon. Varias manifestaciones paralelas en Alemania reunieron ayer a cientos de personas en ciudades como Berlín o Hamburgo (norte) en contra de la guerra en la Franja de Gaza.