La ONU denuncia el «sufrimiento sin precedentes de la población» en Líbano
En un lugar de Gaza, Asmaa al-Wasifi se aferraba al osito de peluche de su hijo de diez años, muerto durante un bombardeo israelí justo antes de recibir la segunda dosis de la vacuna contra la polio. En el sur de Líbano, en la localidad de Nabatiya, las bombas del Ejército hebreo laminaron un edificio municipal. Causaron al menos seis fallecidos, incluido el alcalde, Ahmed Kaheel.
La devastación se extiende. La enviada especial de la ONU para Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, denuncia que tras estos últimos ataques el «sufrimiento de la población alcanza niveles sin precedentes». Líbano se parece cada vez más a Gaza. «Tanto los civiles como las infraestructuras civiles (en referencia al ayuntamiento destruido) deben ser protegidos en todo momento», reclamó Hennis-Plasschaert. «Las soluciones militares no aportarán seguridad. Las violaciones de los derechos son inaceptables. Es el momento de un alto el fuego y de que se abra la puerta a soluciones diplomáticas que aborden las necesidades de los ciudadanos», añadió la representantes de Naciones Unidas. Tras más de un año bajo las bombas, cerca de 400.000 personas están atrapadas en el norte de Gaza sin apenas medios para sobrevivir y sin casi medicinas en los hospitales, según asegura la ONU.