La eliminación de todos sus líderes no frena la amenaza de Hezbolá
Con su cúpula descabezada, Hamás busca también nuevo liderazgo en plena guerra en Gaza
Israel informó el martes por la noche de manera oficial de la muerte de Hashem Safieddine en un bombardeo realizado hace tres semanas en Beirut y Hezbolá lo confirmó ayer. El clérigo de 60 años era el elegido para reemplazar a Hasan Nasrala al frente del partido milicia y la inteligencia hebrea vuelve a demostrar su enorme capacidad de infiltración en la cúpula del Partido de Dios para localizar y descabezar al grupo por segunda vez en muy poco tiempo.
Un mes después del inicio de los bombardeos a gran escala en suelo libanés, Israel ha acabado con los máximos dirigentes de Hezbolá y obligado a sus miembros a abandonar muchas de las posiciones próximas a la frontera, pero la milicia sigue combatiendo y lanza cada día cohetes y drones. Uno de ellos incluso impactó en la residencia de verano de Benjamín Netanyahu en Cesárea.
Este último mes ha sido sangriento y deja más de 1.500 muertos en Líbano y de 1,2 millones de desplazados internos. Hezbolá no ha publicado la cifra de bajas sufridas en combate, pero sus hombres han tenido que abandonar numerosas posiciones ante la entrada por tierra de miles de soldados enemigos, que se han encontrado con túneles y arsenales. El Ejército asegura haber matado a «cientos» de milicianos y herido a «miles».
Israel ha recurrido a los desplazados como arma de guerra, estrategia a la que también se apunta Hezbolá aunque a menor escala. Según los últimos datos de la ONU, el movimiento interno afecta a 1,2 millones de personas, de las que 425.000 han cruzado a Siria escapando de los bombardeos, el 30% libaneses. El paso principal para cruzar a Siria, Al-Masnaa, fue atacado hace unas semanas porque los israelíes aseguraron que la milicia lo usaba para traer armas y municiones. Desde entonces, las familias tienen que cruzar a pie el enorme cráter dejado por los misiles y esto complica el viaje a Damasco.
En la otra parte del teatro de operaciones de la guerra, en Palestina, Hamás, con su cúpula descabezada, busca nuevo liderazgo en plena guerra en Gaza.
«La muerte de Sinwar no acabará con la resistencia ni con la causa», aseguró Hamás al confirmar que el máximo líder del movimiento murió la semana pasada en enfrentamientos con las tropas israelíes en Rafah, sur de la Franja de Gaza.
El grupo señaló entonces que el Consejo de la Shura, su máximo órgano asesor, se reuniría en los próximos días para elegir al nuevo jefe del buró político en sustitución de Sinwar, quien a su vez en agosto reemplazó en ese puesto a Ismail Haniyeh, eliminado en Teherán en un ataque atribuido a Israel. Sin embargo fuentes de Hamás han apuntado la posibilidad de postergar esa decisión a marzo, cuando están previstas elecciones internas; y delegar mientras el liderazgo en un comité directivo de cinco miembros, que asumirá las decisiones estratégicas políticas y militares.
«El siguiente paso todavía está bajo consulta en la dirección del movimiento. No se ha tomado ninguna decisión», indicó una fuente del buró político de Hamás.
No es la primera vez que Hamás afronta el asesinato de sus líderes en su historia, pero sus mecanismos internos están diseñados para que el movimiento sobreviva por encima de personalidades concretas.