El senador John Edwards, un novato millonario, se suma a los aspirantes a presidente de EE. UU.

El senador John Edwards, de Carolina del Norte, se sumó ayer a la creciente competencia de aspirantes a la candidatura presidencial del Partido Demócrata para los comicios de 2004 en EE. UU., prometiendo pan, trabajo y educación «para todos». Desde el patio de su casa en Raleigh (Carolina del Norte), Edwards, de 49 años y en su primer período como senador federal, formalizó su candidatura confiado en que, pese a su inexperiencia, él representa un cambio para la «gente común» en EE. UU. «Quiero ser el defensor de la gente corriente, la gente por la que he luchado toda mi vida», dijo Edwards, a manera de resumen de su vida política y profesional. Como senador de un estado sureño con profundas raíces republicanas, Edwards quiere repetir el éxito de otros demócratas como Bill Clinton y Jimmy Carter que, como gobernadores de Arkansas y Georgia, respectivamente, pudieron llegar hasta la Casa Blanca en contra de los pronósticos. En un discurso repleto de referencias populistas, Edwards prometió combatir el terrorismo, proteger la seguridad nacional y promover la austeridad fiscal, el crecimiento de la alicaída economía y un programa de reducción de impuestos para «la gente común». Para algunos observadores, no sorprendió que Edwards, el primer universitario de una familia de clase trabajadora -su padre trabajaba en una fábrica textil y su madre en una oficina de correos-, haya prometido también un mayor acceso a la enseñanza superior «para todos». Mientras el presidente George W. Bush ultima junto a sus asesores un ambicioso plan de recortes tributarios, Edwards reiteró las consabidas críticas de los demócratas, de que los republicanos sólo velan por los intereses de los más ricos. Al presentarse como «paladín» de los menos afortunados, Edwards señaló que el Gobierno Bush ha dado ejemplos «múltiples» de que vive al servicio de grupos poderosos, porque «sus políticas se centran en ''los de arriba''» y ha rechazado programas populares entre ecologistas y otros sectores.