EE. UU. amplía su tropa en el Golfo ante la posible guerra contra Irak

El Pentágono concentra poco a poco una fuerza de invasión en el Golfo Pérsico para una eventual guerra contra Irak, que será ampliada en las próximas semanas con miles de hombres y un Ejército de aviones. «Es la prueba de un nuevo paso de gigante en el camino hacia la guerra» consideró el experto militar Andrew Krepinevich al recordar las recientes órdenes de despliegue de diferentes unidades castrenses. Washington anunció que unos 25.000 soldados se desplegarán próximamente en el Golfo, donde la primera división de Infantería, una división mecanizada, dispone ya de una brigada en Kuwait. Quince bombarderos B-1, aviones de ataque táctico F-15E, cazas F-15C y F-16, aviones radar Joint Stars especializados en la detección de movimientos de vehículos, aviones de las fuerzas especiales AC-130, de búsqueda y rescate, y aviones espías no tripulados Predator serán también desplegados en la región. El Ejército estadounidense ordenó al porta-aviones USS Abraham Lincoln, que regresaba a Estados Unidos tras una misión en el Golfo, permanecer en alerta ante un posible regreso a la zona, según fuentes militares. Otros dos porta-aviones el USS George Washington y el USS Kitty Hawk recibieron la orden de estar preparados para viajar rumbo al Golfo en 96 horas. Todas estas decisiones, según los expertos, colocan al Pentágono en posición de lanzar una guerra si el presidente George W. Bush lo decide. No obstante, los mismos especialistas consideran que los despliegues anunciados no son suficientes para una invasión. Deberían producirse otras movilizaciones para tener una fuerza operativa a principios de febrero. «Esto no parece suficiente por el momento», dijo el general retirado William Nash, que dirigió a las fuerzas estadounidenses desplegadas en Bosnia en 1995. «Esto se trata de un esfuerzo continuado para reunir una fuerza buscando una escalada político-militar para convencer a Sadam Huseín y a su régimen de la seriedad de esta evolución», añadió.