El viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, vuelve a acusar a los expertos de «propasarse en su misión»
Los inspectores de desarme de la ONU intensifican su trabajo en Irak
Los inspectores de desarme de la ONU intensificaron ayer su trabajo y registraron tres fábricas de cemento en el sur de Irak, además de varias
Expertos en materia nuclear de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) se desplazaron al sur de Bagdad, donde comenzaron a trabajar en varias plantas industriales en las que podría haberse tratado uranio para enriquecerlo. Sus compañeros de la Comisión de Control, Vigilancia e Inspección de la ONU (UNMOVIC) entraron en una fábrica conocida como Zira (brazo) en la zona septentrional del valle del río Tigris, en busca de posible armamento químico. Parte de ese grupo penetró, asimismo, en el interior de la vecina instalación de Al Tarek, que, como la anterior, también pertenece a la Comisión de Industrialización Militar Iraquí, encargada del programa armamentístico del país. Un segundo grupo de la UNMOVIC registró la facultad de Medicina de la Universidad Sadam Husein de Bagdad, mientras que los expertos en misiles regresaron una vez más a la fábrica Al Maamun, cercana al sospechoso complejo industrial Al Qaqaa. Otros expertos en productos químicos visitaron en la ciudad septentrional de Mosul rastrearon una fábrica de medicinas en la localidad de Nineva. Mosul se ha convertido en los últimos días en la segunda zona de más actividad de los inspectores de la ONU, que ya llevan cerca de 40 días de intenso trabajo en el país sin todavía haber informado de pruebas que demuestren que Irak esconde armas de destrucción masiva, tal y como denuncian EEUU y el Reino Unido. «Bagdad coopera» «Una importante parte del trabajo (de los inspectores) en Irak no tiene nada que ver con la búsqueda de armas de destrucción masiva», dijo Aziz durante una reunión con una delegación popular sudafricana que visita Bagdad para mostrar su solidaridad con el pueblo iraquí. Tras afirmar que Bagdad «coopera totalmente» con los técnicos, Aziz insistió en que éstos «están reuniendo información sobre las armas convencionales de Irak, así como de la capacidad científica e industrial del país, además de extralimitarse en sus preguntas». La declaración de Aziz se produce dos días después de que Sadam Husein, acusara a los inspectores de «hacer, sobre todo, trabajo de espionaje». «Pese a todo, colaboramos con los inspectores, y ellos prosiguen su trabajo, pero continúan los preparativos para la guerra» por parte de EEUU y el Reino Unido, denunció Aziz.