El primer ministro británico Tony Blair insiste en que se puede atacar Irak sin autorización de la ONU
EE.UU. pide ayuda limitada a la OTAN en caso de guerra contra Irak
Estados Unidos presentó ayer una petición formal para una ayuda limitada de la OTAN en caso de guerra contra Irak, que incluye la defensa de T
En diciembre se mencionó la ayuda mediante aviones radar AWACS, apoyo logístico a los países que llevarán a cabo la guerra, y utilización de planes colectivos que dispone en estos momentos la OTAN. Asimismo, se reiteró que esta ayuda de asistencia equivaldría a la facilitada a varios países aliados en la misión de pacificación de la ONU en Afganistán y que en el caso de Turquía, país fronterizo con Irak, la cooperación podría ser idéntica a la que hubo en la Guerra del Golfo en 1991. En este sentido, subrayó la fuente que la petición de este tipo de ayuda no supone que se tenga que invocar el artículo 5 del Tratado de la ONU ya que para pedir, por ejemplo, acceso a información aliada se puede hacer a través de otros artículos, sin que ello suponga una reacción conjunta a un ataque exterior. «Fue una discusión general y sin asuntos específicos. El principal punto de esta discusión es que el Consejo recibió una propuesta estadounidense ampliando las peticiones del subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz. No se tomó ninguna decisión», señaló. Por otro lado, el Consejo Atlántico -principal órgano de decisión de la Aliamza- estudió planes «a largo plazo» para las misiones en los Balcanes, ya que considera que no se dan las circunstancias para una próxima retirada de sus efectivos militares. Nueva resolución Por otra parte, no obstante, Blair admitió que sería preferible contar con una nueva resolución de la ONU que otorgue legitimidad internacional a una acción bélica contra Sadam Husein y se mostró confiado en lograr el beneplácito de la ONU. El primer ministro advirtió una vez más de que los supuestos arsenales iraquíes de armas de destrucción masiva constituyen una «auténtica amenaza para el mundo» y pueden caer en manos de grupos terroristas, un hecho que «sólo es cuestión de tiempo». «La amenaza es verdadera y, si no la afrontamos, las consecuencias de nuestra debilidad perseguirán a futuras generaciones», subrayó Blair. El jefe del Gobierno británico negó que la necesidad de desarmar a Sadam Husein esté relacionada ni con el abastecimiento de petróleo iraquí a Occidente.