Sharon matiza sus críticas al plan de paz del Cuarteto de Madrid

Dicho cuarteto está integrado por Estados Unidos, la Unión Europea, la ONU y Rusia. Según esa entrevista, Sharon habría dicho que «¡El Cuarteto es nada!», al tiempo que recomendaba «no tomarlo en serio» porque «no creo que ni Estados Unidos lo haga». La oficina de Sharon explicó que sus palabras fueron malinterpretadas, aunque en el comunicado se reitera que la única parte que Israel toma en serio del Cuarteto de Madrid es a EE. UU. «A diferencia de los otros (tres) miembros, la postura de Israel es que la visión (común) de EE. UU. e Israel es el único compromiso que puede resultar en un acuerdo de paz en Oriente Medio», agrega la nota. El Cuarteto de Madrid, único mediador en la región desde que Estados Unidos retiró el año pasado a sus enviados especiales y comenzó a maniobrar dentro de ese foro, tiene en espera un plan de paz que saldrá a la luz después de las elecciones israelíes. Esta iniciativa, que Bush anunció como «plan de ruta» para la paz en Oriente Medio, establece la pacificación de la zona y la creación de un Estado palestino independiente con fronteras provisionales, este mismo año. Más adelante, en el 2005 ó 2006, concluiría la fase final de las negociaciones de paz y se fijarían las fronteras definitivas del Estado de Israel y del Palestino. En la polémica entrevista, Sharon también expone que sólo hay un plan de paz viable en la región y es aquél que aparte al presidente palestino, Yaser Arafat, de las esferas del poder, para ser sustituido por un primer ministro con poderes ejecutivos. Colonos judíos toman Hebrón Mientras tanto, grupos de colonos judíos entraron ayer en Hebrón por la fuerza, prendieron fuego a los coches que se encontraron a su paso y destrozaron las ventanas de las casas y otras propiedades palestinas. Los incidentes ocurrieron paralelamente al entierro de Natanel Ozeri, un colono de 34 años que mató un comando palestino de Hamas el viernes por la noche. El asesinato se produjo mientras Ozeri se encontraba en su domicilio, una casa situada junto a Hebrón y que las autoridades israelíes consideraban «ilegal». El entierro de Ozeri estuvo marcado por disputas entre los colonos que participaban en el sepelio. Una parte de ellos querían enterrarlo cerca de su casa. Las autoridades lo prohibieron y finalmente, ya de noche, el cadáver fue trasladado a un cementerio de Jerusalén. Ozeri era un extremista que pertenecía al grupo racista Kaj, una formación ya ilegalizada.