El regreso de los españoles presagia los ataques
El agregado de negocios de la embajada española en Irak, Eduardo Quesada, volará hacia Madrid la próxima semana en un viaje que ha hecho saltar las alarmas de quienes temen que la guerra esté cerca. La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, asegura que la visita del jefe de la diplomacia en Bagdad es «perfectamente habitual y regular» y se debe únicamente a su papel en la preparación de la postura que defenderá España en el próximo Consejo de Seguridad de la ONU, el miércoles. La explicación, sin embargo, no ha logrado acallar las voces de los que creen que responde a un recrudecimiento de la crisis prebélica. «Contra los rumores es muy difícil luchar», comentó ayer la ministra durante la jornada de clausura del IV Foro de Diálogo España-Italia reunido en Valencia. «Lo único que hay que hacer es esperar serenamente a que la realidad, que es muy tozuda, ponga las cosas en su sitio». Para dar aún más fuerza a su argumento, Palacio se apoyó en un hecho reciente: el viaje que realizó, hace ahora un mes, el propio Quesada con motivo de sus vacaciones navideñas. «También entonces -recordó- se especuló muchísimo sobre su naturaleza». Ahora, en cualquier caso, las sospechas tienen aún más peso. El Gobierno ha ordenado la evacuación discreta y ordenada de los diplomáticos españoles acreditados en Irak, según informó ayer la SER, que cita fuentes diplomáticas. De acuerdo con esta emisora, el plan del Ejecutivo comenzará con el viaje del encargado de negocios y seguirá con el del segundo consejero, que partirá rumbo a Amman con la documentación de la embajada en valija diplomática. Al parecer, los miembros del servicio de inteligencia ya han empezado a abandonar el país y el personal adscrito a Comercio se prepara para ello. Izquierda Unida también hizo constar en un comunicado su «preocupación tras los movimientos diplomáticos de regreso del personal español». La coalición de izquierdas, convencida de que los EE.UU. ya han tomado la decisión firme de atacar Irak y de que el Gobierno español apoyará esta iniciativa bélica, anunció que tiene ya preparado «un dispositivo de movilización masiva e inmediata en el momento que se iniciara el ataque». Cuando se le planteó la posibilidad de que los ciudadanos españoles rechacen el apoyo del Gobierno a la intervención militar en Irak, no obstante, Ana Palacio respondió que un Ejecutivo «no puede gobernar sobre sondeos de opinión». «Son importantes -dijo- pero no pueden condicionar».