Lula pone en marcha el plan «Hambre Cero» en dos municipios miserables del estado de Piauí

A un mes de asumir el cargo, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lanzó este jueves el programa «Hambre Cero» que comenzará de manera experimental en dos municipios paupérrimos de Piauí, el estado más pobre del país. En uno de los municipios, el de Guaribas, casi la totalidad de la población es pobre, solo el 5% tiene cloacas y agua potable, y 75% es analfabeta. En el acto de lanzamiento, Lula dijo que la lucha contra el hambre es «fundamental para superar la miseria, la pobreza, la falta de oportunidades y la desigualdad social» y respondió a las críticas que consideran su plan asistencialista al explicar que la entrega de alimentos «es necesaria en la emergencia, aunque sabemos que no se acaba así con el problema». El plan fue un pilar fundamental del programa que prometió llevar adelante Lula durante su campaña. El mandatario, de origen obrero, dijo que aspira a que al final de su mandato todos los brasileños coman al menos tres veces al día, y lo repitió en su mensaje desde la sede del Gobierno en Brasilia, capital del país. Esta meta resulta afanosa en un país de 177 millones de habitantes, de los cuáles más de 52 millones son pobres. El programa comenzará la semana próxima en los municipios de Guaribas y Acaua -estado de Piauí-, al nordeste del país. Pero a lo largo del año deberá extenderse a otros 950 municipios para atender a 1,5 millón de familias indigentes. Para el fin de su mandato, llegaría a 46 millones de personas. Cupones alimenticios El programa se concretará mediante distintas herramientas, pero en todos los casos prevé la entrega de 50 reales (equivalentes a 13 dólares) por familia, para ser destinados a la compra de alimentos. Para obtener el dinero habrá una tarjeta magnética o un cupón para canjear en comercios por alimentos, y en las reservas indígenas está previsto entregar directamente bolsas con alimentos. «Hambre Cero» estuvo precedido de una encendida polémica que involucró a dirigentes políticos, sociales y religiosos. Hay quienes critican al programa por asistencialista.