Reino Unido se reserva el derecho de usar armas nucleares contra Irak si se llega a «un caso extremo»
Bagdad se compromete a garantizar el éxito de la visita de Blix y el Baradei
Irak se compromete a hacer «todo lo posible» para garantizar el éxito de la visita de los jefes de los inspectores de la ONU, Hans Blix y Moham
«Hemos invitado a Blix y a El Baradei para demostrarles nuestra gran cooperación y buenas intenciones en lo que se refiere a la aplicación de nuestros compromisos recogidos en la declaración común», añadió Amine. En dicha declaración, publicada con ocasión de la anterior visita de Blix y El Baradei a Bagdad los pasados 19 y 20 de enero, Irak se comprometió a mejorar su cooperación en materia de desarme. Sin embargo, el presidente iraquí, Sadam Husein, no prevé reunirse con Blix y ElBaradei, según anunció ayer un portavoz oficial iraquí, aunque puede que termine haciéndolo más tarde. Mientras tanto, en Reino Unido se anunciaba que «Sadam puede estar completamente seguro de que, en las condiciones adecuadas, estaríamos dispuestos a utilizar armas nucleares», según afirmó el ministro de Defensa británico, Geoff Hoon, en unas declaraciones que pueden causarle más problemas al primer ministro, Tony Blair, con sus correligionarios laboristas. Durante un programa dominical de la BBC, Hoon precisó, no obstante, que ello sólo se produciría «en unas condiciones extremas de autodefensa», algo que -dijo- es «extraordinariamente difícil que ocurra». Por su parte, el Pentágono piensa aislar rápidamente al Ejército iraquí y allanar el camino para un ataque terrestre, según publicaba ayer el diario estadounidense «The New York Times». Este bombardeo inicial supondría multiplicar por diez el número de armas de precisión lanzadas en los dos primeros días de la guerra del Golfo, en 1991. Sus objetivos serían defensas aéreas, cuarteles generales políticos y militares, instalaciones de comunicaciones y sistemas sospechosos de creación de agentes químicos y biológicos, según el diario, que cita fuentes militares y otras fuentes del Pentágono. Según estrategas militares, los primeros objetivos serían quebrar la voluntad de lucha del Ejército. La campaña aérea estaría en manos de unos 500 aviones «invisibles» y de apoyo, procedentes de varias bases de la región y portaaviones. Unos 300 aviones de guerra ya están desplegados en la región, así como dos portaaviones, y se espera que otros dos lleguen este mes.