Ya nadie duda de que la Casa Blanca ha iniciado la cuenta atrás final para declarar la guerra a Irak con o sin la ONU
Bush urge al Consejo de Seguridad para que «decida pronto» si le apoya
Ya nadie duda en Washington de que la Casa Blanca ha iniciado la cuenta atrás final para declarar la guerra a Irak, con o sin e
En uno de sus más enérgicos discursos sobre el conflicto con Irak, Bush declaró el jueves que el presidente de Irak, Sadam Husein, «tuvo una oportunidad final y la está despreciando». Queda claro que las palabras del presidente George Bush acerca de que «el tiempo se ha acabado» para Sadam Husein no son mera retórica. El viernes, el mandatario volvió pedir al Consejo de Seguridad que «se decida pronto» acerca de enfrentarse a Irak o Estados Unidos se encargaría de hacerlo junto con sus aliados. «El Consejo de Seguridad se verá débil si permite que un dictador le mienta y le engañe», comentó. Las labores diplomáticas en la Casa Blanca se han intensificado en los últimos días para tratar de convencer a los más reacios y lograr que al menos se abstengan en caso de que se presente en la ONU una segunda resolución que autorice la guerra. Mientras Francia sigue siendo el hueso duro de roer, Bush ha centrado todo su poder de persuasión en el presidente ruso, Vladimir Putin. Los resultados de esta «diplomacia de carambola», como la llaman en la Casa Blanca, no han quedado claros aún. Lo cierto es que en días recientes Moscú ha elevado el tono en sus comentarios sobre Bagdad. Entretanto, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, que busca aliados por el mundo, declaró ayer en Roma que la diplomacia internacional «ha fracasado» en su intento de desarmar al régimen de Sadam Husein. Tras recibir el apoyo en Roma del Gobierno italiano, Rumsfeld señaló que se ha llegado a un «momento crucial» para un eventual ataque a Irak. El jueves, un miembro del Departamento del Tesoro estaba en Ankara negociando los últimos detalles para un acuerdo que prevé otorgar miles de millones de dólares en ayudas económicas al Gobierno turco. A las pocas horas, el Parlamento del país aceptó la utilización de sus bases militares por parte de Estados Unidos. Por el lado militar, el Pentágono ya tiene todo a punto para desplazar a otros 60.000 soldados al Golfo Pérsico y asegurarse para finales de mes un contingente en la región superior a los 200.000 efectivos. Entre los nuevos envíos de tropas destaca el de la División Aérea 101, que con sus 270 helicópteros, es un componente clave.