OPINIÓN Fermín Bocos
El PP y la guerra
Cunde la preocupación entre algunos diputados del PP tras constatar la impopularidad que acarrea el apoyo de su partido a la guerra que prepara George Bush contra Irak. Hablan de este tema con cierta prevención a la hora de expresar opiniones discrepantes -ya se sabe que también entre los populares el que se mueve no sale en la foto- pero, como digo, no pueden ocultar su preocupación. No acaban de entender porqué España tiene que estar en primera fila significándose de manera singular en un conflicto en el que Francia, Alemania o Bélgica -socios nuestros de verdad en la Unión Europea puesto que Inglaterra no está en el euro- adoptan una posición menos beligerante y acorde con el espíritu de la Carta de las Naciones Unidas. Algun diputado del PP reconoce en privado que no acaba de entender que sea España -el único país de la Unión Europea que tiene frontera con un país musulmán -quien se encuentre a la vanguardia de la estrategia bélica contra Irak, pueblo del que nunca a lo largo de sus seis mil años de historia hemos recibido agresión alguna... no pudiendo decirse lo mismo de los Estados Unidos de América. Las encuestas que se van conociendo -la última, cifra en más del 90 por ciento el rechazo a una intervención en Irak- amplían el margen de preocupación. Al buscar una justificación a la decisión de Aznar hablan de las «compensaciones» norteamericanas por el apoyo que les brinda el presidente. Dicen que si el embajador de Rabat está de vuelta en Madrid es porque Colin Powell ha terciado en el problema y apuntan también a que la red Echelon -el sistema mundial de escuchas ilegales organizado por Washington- está aplicando sus orejas electrónicas a los etarras. Puede ser, pero, de ser así, no tienen respuesta cuando se les pregunta por qué no hemos recibido antes esa ayuda contra los terroristas y ese apoyo para hacer frente a las rabietas peregileras del sultán cuando resulta que España es un socio leal de la OTAN y permite que los EE.UU. tengan bases en Rota, Morón, Torrejón, etc. En nuestra patria. ¿No estaremos haciendo el canelo por cuenta de intereses ajenos? ¿No estará exagerando el presidente Aznar al imponer una política (de adhesión a lo que haga Washington) que tiene en contra a la mayoria de los españoles? Algunos de los diputados de sus partido parece que empiezan a pensar que si. Que hay un exceso de seguidismo que puede perjudicar a España. Por eso, no acaban de entender la posición del PP en relación con esta guerra que viene.