Al menos 60 muertos y 31.000 desplazados por combates en la isla filipina de Mindanao

Al menos 60 rebeldes han muerto en el sur de Filipinas en las últimas 24 horas y más de 31.000 personas han tenido que abandonar sus hogares a causa de los combates entre el Ejército y el separatista Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI). La presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, ordenó hoy, miércoles, continuar la ofensiva después de una reunión de urgencia con el ministro de Defensa, Angelo Reyes, y con el asesor para la Seguridad Nacional, Roilo Gólez. Los enfrentamientos ocurren en la frontera entre las provincias de Maguindanao y Sultan Kuradat, a unos 980 kilómetros al sureste de Manila. El Ejército tiene desplegados más de 3.000 soldados, dos helicópteros militares y dos bombarderos que desde ayer combaten contra cerca de un millar de guerrilleros del FMLI atrincherados en los alrededores de la localidad de Pikit (Maguindanao). Mientras soldados y rebeldes se culpan mutuamente de no respetar el alto el fuego, más de 24.000 habitantes de Pikit y otros 7.000 de la cercana Pagalungan se han visto obligados a abandonar sus hogares y refugiarse en iglesias y colegios habilitados como centros de evacuación. Toda la zona, incluidas varias áreas de la vecina provincia de Cotabato, permaneció durante la noche y parte de la mañana de hoy sin electricidad, después de que los guerrilleros hicieran saltar en pedazos una torre de tendido eléctrico. Los enfrentamientos estallaron el martes, cuando las tropas gubernamentales asaltaron varias posiciones del FMLI como respuesta, según el Ejército, al ataque de los rebeldes contra los soldados.