El ministro francés acaparó los aplausos y Powell, el silencio en el Consejo de Seguridad
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin, salió el viernes del Consejo de Seguridad por la puerta grande al abogar por la paz, mientras las tesis belicistas de EE. UU. fueron recibidas con un profundo silencio. Tras escuchar el informe de los inspectores la ONU sobre Irak, el Consejo de Seguridad inició un debate que confirmó la división entre los partidarios de dar más tiempo a las inspecciones de armas, como Francia y Rusia; y los que, como Estados Unidos, opinan que hay que recurrir a la fuerza para obligar al régimen de Bagdad a desarmarse. Piropeado por su atractivo por todas las mujeres, periodistas, diplomáticas y funcionarias, Villepin tiene cautivado a todos quienes dentro de la organización opinan que una guerra contra Irak no es justa. Con su mensaje alto y claro, pronunciado como «un actor de cine», según se comentaba en los pasillos de la ONU, Villepin pronunció un discurso que fue ampliamente aplaudido por el público que asistió a la sesión del Consejo de Seguridad. Una situación totalmente contraria a la que vivió Powell.