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Más de cien países, presididos por Sudáfrica, debaten de forma abierta sobre Irak y rechazan la intervención militar

Los No Alineados muestran en la ONU su apoyo total a los inspectores

El Movimiento de Países No Alineados aprovechó ayer la reunión, celebrada totalmente abierta, del Consejo de Seguridad de la ONU

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Agencias - NUEVA YORK.
León

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Pese a que carecen de voto en el Consejo de Seguridad, Sudáfrica, actual presidente del Movimiento, ha instado a todos los países del grupo a expresar su posición en esta crisis, en la que mayoritariamente apoyan la labor de los inspectores frente al riesgo de una escalada bélica. Las manifestaciones del pasado fin de semana en todo el mundo han reforzado la posición de las naciones que sostienen que cualquier acción militar debe contar con el apoyo de la organización multilateral, representada por el Consejo de Seguridad Mientras se celebra la sesión del Consejo de Seguridad, el secretario general de la ONU continúa su gira diplomática por Europa y ayer se entrevistó en el Vaticano con el papa Juan Pablo II, tras participar la víspera en la cumbre informal de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE celebrada en Bruselas. Las presiones diplomáticas de Estados Unidos y sus aliados, partidarios de fijar un plazo al régimen de Bagdad y lanzar un ultimátum en cumplimiento de la resolución 1.441, contrastan con la de los países que rechazan el recurso a la guerra, como Francia, miembro del Consejo con derecho a veto y cuyo presidente, Jacques Chirac, ya ha expresado su oposición a una segunda resolución. Otros muchos países, miembros de la Asamblea, reclaman antes de emprender una ofensiva militar una nueva resolución que delimite los términos en el uso de la fuerza para obligar a Irak a desarmarse. Decenas de países participarán en la sesión abierta del Consejo de Seguridad, que podrá prolongarse hasta hoy miércoles, y muchos de los estados del Movimiento de No Alineados denunciaron lo que consideran doble rasero en la aplicación de las resoluciones de Naciones Unidas. Paralelamente a la sesión abierta del Consejo, EE.UU y Reino Unido continúan con sus gestiones diplomáticas para promover una resolución en la que figure un ultimátum a Sadam Husein. No obstante, mientras que la administración Bush ha advertido de que no considera imprescindible una segunda resolución que ampare el uso de la fuerza militar, el primer ministro británico, Tony Blair, si la ve necesaria.