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El pirómano de Corea prendió fuego para no suicidarse solo

Publicado por
Agencias - SEUL.
León

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Veinticuatro horas después de que un desequilibrado provocara uno de los incendios más graves de la historia del metro en una céntrica estación de la ciudad surcoreana de Daegu, el balance de víctimas eleva a 125 el número de muertos, a 138 el de heridos y a 314 el de desaparecidos. El número de fallecidos aumentará probablemente en las próximas horas, ya que muchos de los ingresados se encuentran en estado crítico y las tareas de rescate de los cuerpos no han finalizado todavía. El autor de la matanza, Kim Dae Hwan, que sólo sufrió quemaduras de segundo grado, dijo ayer, miércoles, que su intención era suicidarse y decidió hacerlo «acompañado». En un memorial improvisado a menos de un kilómetro del lugar de la tragedia, más de 200 personas, todas ellas familiares o amigos de las víctimas, se congregaron este miércoles en medio de llantos y protestas. Un anciano se quejaba de que las autoridades municipales no actuaron el martes con la debida rapidez y de que todavía no hayan dado ninguna explicación de lo sucedido. La prensa surcoreana cargaba las tintas denunciando los escasos dispositivos de seguridad existentes en el metro de Daegu, la tercera ciudad más importante del país. Posibles negligencias del personal encargado de dirigir el tráfico de los trenes y del propio maquinista se apuntan también como elementos que han podido contribuir a aumentar la envergadura de la catástrofe. Incógnitas Nadie comprende por qué no funcionó el dispositivo contra incendios, qué fue lo que provocó el corte automático del fluido eléctrico y por qué el maquinista no abrió inmediatamente las puertas de los vagones. Tampoco hay respuesta al hecho de que el tren que llegó poco después en dirección contraria, en el que el número de víctimas fue aún mayor que en el convoy donde se originó el fuego, no recibiese la orden de detenerse antes de meterse en el epicentro del incendio a toda velocidad. Una cámara de vigilancia recogió imágenes del momento en el que el pirómano prende fuego al vagón y sale corriendo con parte de la ropa envuelta en llamas. Según la Policía, Kim, un antiguo taxista de 56 años que sufrió hace poco más de un año un derrame cerebral, reconoció ayer que pretendió suicidarse «acompañado». «Pensé que era mejor morir con otras personas que solo», señaló mientras era interrogado por las autoridades que no daban crédito a lo que estaban oyendo. Desde que un aparente error médico le causó una parálisis, el presunto suicida asesino ha padecido una larga lista de trastornos psíquicos. Fuentes familiares y vecinos afirmaron que ya había amenazado con hacer «algo así» tras el error médico.