Felipe González critica al Gobierno por llevar al Congreso decisiones de la UE
El ex presidente del Gobierno Felipe González criticó ayer al Ejecutivo por no haber explicado todavía cuál será su posición ante el hipotético ataque a Irak de EE.UU. y también por haber obligado al Congreso a votar la resolución del Consejo Europeo sobre este asunto. Según explicó, la diferencia entre José María Aznar y George W. Bush es que el presidente norteamericano cuenta con el respaldo de sus ciudadanos. Además, recordó que la situación actual no es equiparable a la de 1991. La diferencia es que ahora Sadam Husein no representa una amenaza tan grande para el mundo como hace doce años. González aseguró que nunca se ha presentado en el Parlamento para su aprobación una resolución del Consejo Europeo, como hizo este martes el Gobierno español. «Está completamente fuera de la razón y de sentido; de los Consejos Europeos se informa», explicó el ex presidente, quien recordó que la resolución que presentó el PSOE comienza con un respaldo expreso a la postura de los Quince sobre Irak. El ex presidente dijo que lo que pide el PSOE es que el Gobierno español se defina. «Lo más grave de todo es que no sabemos dónde va a estar el Gobierno español; sabemos dónde va a estar Chirac, sabemos dónde va a estar Schroeder en este momento, sabemos dónde está Blair», explicó. El motivo de este conflicto para González es que «la guerra preventiva ha triunfado en Estado Unidos». Lo más insultante, explicó, es que quien se sume a esta guerra recibirá parte del botín. Dijo que la motivación de Estados Unidos es la lucha contra el terrorismo internacional, pero ni siquiera en Afganistán han conseguido resultados. González teme que este conflicto deje heridas abiertas en el seno de la UE por el respaldo de algunos países, entre ellos España, a EE UU. «La amistad no es igual que la sumisión», aseguró el ex presidente, que advirtió que el Ejecutivo está «acabando con todo el consenso básico en política exterior española, tanto en relación con la construcción europea, como en las relaciones con el Mediterráneo o con América Latina, incluso con EE.UU., desde el punto de vista de la autonomía que recuperamos».