La Liga Árabe adelanta su cumbre al uno de marzo

La Liga Arabe confirmó ayer el adelanto de su cumbre ordinaria anual al próximo primero de marzo, tras cancelarse anoche los planes para convocar una urgente como pretendía el presidente de Egipto, Hosni Mubarak. Pese a que la reunión debía celebrarse en Bahrein, país que asume la presidencia rotatoria el próximo mes, el emir bahreiní, Hamad ben Aisa Al-Jalifa, ha concertado con Mubarak el traslado de la cumbre a El Cairo, sede central del organismo. La decisión del adelanto, sin embargo, debe ser aprobada por los 22 miembros de la organización panárabe, especialmente los seis países que integran el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que se encuentran en una delicada situación entre su condición de aliados a EEUU y la supuesta solidaridad árabe con Irak. Pese a que los vecinos de Irak en el Golfo Pérsico -Kuwait, Qatar, Bahrein, Emiratos Arabes y Omán- han manifestado su rechazo a una operación bélica contra Bagdad, acogen en sus territorios a unos 150.000 soldados estadounidenses y británicos preparados para invadir el territorio iraquí. El presidente de Egipto había intensificado sus gestiones diplomáticas en las últimas semanas para convocar una cumbre extraordinaria en el balneario egipcio de Sharm el Sheij, pero varios países del Golfo se opusieron con el argumento de que una reunión de este tipo debía servir para unir y no para dividir al mundo árabe. Mientras que Siria y Líbano mantienen la postura más firme contra la guerra y la invasión de Irak, los estados del Golfo Pérsico, aunque manifiestan su oposición al conflicto bélico, acogen a cerca de 150.000 soldados de EEUU y el Reino Unido. El ministro de Exteriores de Arabia Saudí, Saud Al-Faisal, cuyo país ha sido hasta hace poco aliado de EE.UU., dijo ayer que los países árabes «aún no son capaces de tomar una decisión unánime y firme respecto a Irak».