Aznar quiere redactar con Bush la segunda resolución de la ONU sobre Irak

Aznar, que compareció solo en la rueda de prensa posterior, declaró que ambos dirigentes se comprometieron a «incrementar los esfuerzos para un desarme pacífico». El presidente del gobierno español, Jose María Aznar, planteó ayer a Georges Bush que es necesario elaborar una segunda resolución que pueda ser aceptada por la inmensa mayoría del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En este sentido, explicó que la posición de España es que el asunto de la crisis iraquí no salga de la órbita de la ONU y que está dispuesto a hacer un primer borrador del texto de esta iniciativa, según informaron fuentes del Gobierno. Según estas fuentes, la posición de España se basa en el primer consenso de los miembros del Consejo de Seguridad en torno a la política de presionar al régimen de Sadam Husein para obligar a su desarme «y no centrar el problema en los plazos, sino en las obligaciones de desarme y su cumplimiento». En este contexto se circunsbribe la intensa actividad diplomática que está desarrollando el presidente español durante estos días, para alcanzar el máximo consenso. En ello se enmarcan las conversaciones que ha mantenido con su homólogo británico, Tony Blair, antes de iniciar viaje a México, también la conversación que tuvo anteayer con el Rey de Marruecos, un contacto que proseguirá probablemente la próxima semana con el primer ministro marroquí y la reunión que ha mantenido en este viaje con el presidente Vicente Fox. En los próximos días, Aznar hablará por teléfono con Vladimir Putin y, de hecho, se ha fijado ya para el domingo la cita telefónica, y mantendrá un encuentro con Chirac en País y otro con Blair en Madrid la próxima semana. Las fuentes consultadas explicaron que el Gobierno es consciente de que una nueva resolución puede que no suscite la unanimidad que tuvo la resolución 1441, pero insisten en la necesidad de que la nueva resolución suscite la más amplia adhesión posible de todos los países. El consenso, explican, reforzaría los intereses de todos porque fortalecería la política de presión que se ha emprendido contra Sadam Husein. Sobre el contenido, las fuentes del Ejecutivo aseguran que hay que empezar por lo que son los objetivos comunes de todos los países sobre los que hay consenso que consisten en desarmar a Irak y en la constatación de si se cumple o no la resolución 1441.