La «dama de acero» nacionalista está acusada de crímenes contra la Humanidad
Once años de cárcel para la ex presidenta de los serbios
Biljana Plavsiv, de 72 años, ex presidenta de los serbobosnios y conocida por sus admiradores y enemigos como la «dama de acero» del nacionalismo serbio, fue condenada
La avanzada edad de la acusada fue considerada una atenuante
La Corte de La Haya tomo en cuenta, sin embargo, la confesión de culpabilidad que hizo la ex presidenta de la República Serbia de Bosnia cuando admitió ser culpable de haber cometido crímenes contra la humanidad por su participación en el conflicto que estallo en febrero de 1992 y llegó a su fin en octubre de 1995. Biljana Plavsic, que fue bautizada por sus compatriotas como la Pasionaria de los Balcanes, también admitió ante la Corte haber sido determinante en la limpieza étnica que llevaron a cabo las fuerzas serbias en su mayor parte contra la población musulmana de Bosnia y contra los croatas. «La dirección de los serbios de Bosnia, de la cual yo formaba parte, llevó a cabo una campaña que transformó en víctimas a una multitud de inocentes», señaló el pasado mes de diciembre. «Jamás podré olvidar el hecho de haber sido responsable de tantos sufrimientos humanos». Aliada de Occidente La Fiscalía había solicitado un condena de 25 años de cárcel para la ex dirigente serbobosnia, pero el juez consideró como circunstancias atenuantes, aparte de su confesión, el cambio de conducta que suavizó su postura nacionalista para convertirse en una importante aliada estratégica de Occidente y su avanzada edad de 72 años. «Los crímenes cometidos fueron de extrema gravedad. Esto es el punto de partida para determinar la sentencia», dijo el juez. «La acusada participó en una campaña de separación étnica que causo la muerte de miles de personas y provocó la expulsión forzosa de miles más en circunstancias de extrema crueldad. Ninguna sentencia puede reflejar el horror de lo que ocurrió y el terrible impacto que tuvo sobre miles de víctimas». Biljana Plavsic no mostró ningún signo de emoción después de escuchar la sentencia.