Sharon exige la capitalidad de Jerusalén y no recuerda el plan de Bush
El primer ministro israelí, Ariel Sharon dijo ayer jueves ante el Parlamento que cualquier acuerdo con los palestinos deberá garantizar, entre otros, el no retorno de los refugiados palestinos y el reconocimiento de Jerusalén como la capital indivisible del Estado de Israel. «Cualquier acuerdo de paz en el futuro deberá garantizar los intereses históricos, de seguridad y estratégicos de Israel, y como prioritario: el no regreso de los refugiados palestinos al territorio de Israel, la existencia de zonas de seguridad, y la indivisibilidad de la capital de Israel, Jerusalén», afirmó al presentar su nuevo Ejecutivo ante el Parlamento. Y agregó: «Jerusalén, la capital reunificada e indivisible de Israel, estará en nuestras máximas prioridades, y actuaremos para ampliarla y desarrollarla, y para reforzar el vínculo con ella de todo judío en Israel o en la Diáspora». El primer ministro presentó una coalición de 68 de los 120 diputados del Knéset, y de la que forman parte el frente derechista Likud -que él preside-, los ultranacionalistas Unión Nacional y Partido Religioso Nacional y el frente anticlerical Shinui (Cambio). Tal y como estaba previsto, el primer ministro ni siquiera recordó de forma explícita la última iniciativa de paz del presidente de EE.UU., George W. Bush, y del Cuarteto de Madrid, a la que se refirió únicamente como «mi discurso de Herzlía».