Cómo empezar una guerra

¿Ha empezado ya la guerra contra Iraq? La pregunta es retórica y ha ya sido hecha algunas veces: procede de la especulacion según la cual, contra el escenario siempre imaginado, tal vez el conflicto no empiece con un bombardeo aéreo nocturno, un calco de la del 91... El diario nacionalista (y belicista) británico «Daily Telegraph» creía saber ayer que entre cuatro y cinco mil soldados operan ya en suelo iraquí, y no sólo en el Kurdistán, donde su presencia es antigua bajo cobertura de la rebelión kurda, sino en el sur y el oeste: unos cuatrocientos militares británicos, incluyendo destacamentos de la tropa de élite SAS (Special Air Service) figurarían entre ellos. Al mismo tiempo, Washington reconocía ayer que los bombardeos anglo-americanos en las llamadas zonas de exclusión aérea se han ampliado en los últimos días. Observadores militares norteamericanos creían que esta decisión equivale a explorar un camino hacia la guerra. El número de salidas de la aviación aliada, 71 el lunes, hizo decir ayer al portavoz de la oposición conservadora en Londres, Bernard Jenkin que, en realidad, las primeras balas ya han sido disparadas (....) En realidad, y salvo por el muy elevado número de soldados mencionado, tampoco es una novedad el informe: es sabido que desde Kuwait y con información de inteligencia -si no presencia material- de colegas israelíes, comandos norteamericanos ya exploraron áreas cercanas a los puestos de alerta y control antiaéreo y emplazamientos de misiles para proceder a su destrucción en cuanto se dé la orden. Y en Jordania, un estimado socio local emplazado entre Iraq e Israel, ya es oficial la presencia de destacamentos norteamericanos, destinados formalmente a proteger el cielo jordano de toda amenaza (se han desplegado baterías «Patriot»), pero también a lanzar operaciones de rescate de pilotos. La oposición islamista («Frente de Acción Islámica») se ha indignado con la conducta del gobierno real y pedido a la gente que se abstenga de darle toda cooperación... ¿Hay que esperar un ataque con «Día D, hora H»? No parece tan seguro ni siquiera tan deseable visto el complicado marco jurídico-diplomático en el que se mueve Washington en la ONU. Una guerra paulatina, que sondeara las defensas iraquíes y no tuviera el impacto de un terrible golpe súbito con muchos daños colaterales, presenta ventajas.