Aznar se niega a revelar qué hará si si la ONU no respalda el ataque

El Gobierno de José María Aznar se negó en redondo a revelar qué postura adoptará si el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no autoriza un ataque a Irak y Estados Unidos lo lanza. Ni el vicepresidente primero, tras la reunión del Consejo de Ministros, ni la ministra de Asuntos Exteriores, en la ONU, explicaron con claridad la posición de España si el ultimátum a Sadam Huseín, que copatrocina junto a Estados Unidos y Reino Unido, es derrotado en el Consejo. Mariano Rajoy, no obstante, insinuó que si alguno de los países con derecho de veto y que son contrarios a un ataque, Rusia, Francia y China, hacen uso de su prerrogativa no será impedimento para que se desaten las hostilidades. El Partido Socialista forzará el próximo martes en el Congreso de los Diputados una tercera votación sobre la estrategia del Gobierno en la crisis de Irak con una moción que pretende retomar la alianza de la oposición contra la guerra que para dejar de nuevo solo al PP. Izquierda Unida anunció ayer por su parte que la próxima semana pedirá la dimisión del presidente del Gobierno por considerarle «responsable» directo de una hipotética guerra que los españoles no desean. La oposición no tiene la intención de que el Parlamento deje de debatir la actuación del Ejecutivo en el posible conflicto de Irak. El PSOE quiere reeditar el frente común de once partidos -todos menos el PP- contra la estrategia gubernamental y dejar otra vez solos a los populares en la votación de una moción sobre la guerra que, comprobada la unidad del partido del Gobierno, esta vez no será secreta. Según el PSOE, el resto de la oposición ha participado en la elaboración de la iniciativa y votará a su favor. El texto establece que «la guerra es evitable», constata que las inspecciones están produciendo «resultados cada vez más alentadores» e insta al Ejecutivo a apoyar la iniciativa de Francia, Alemania y Rusia.