España y EE.UU. creen tener los votos aunque estudian aplazar el ultimátum

El presidente estadounidense, George W. Bush, «está dispuesto a ir un poco más allá en el camino de la diplomacia», dijo en rueda de prensa su portavoz, Ari Fleischer, quien reiteró que no hay que adelantar los acontecimientos hasta que la votación se celebre. Washington insistió en que la resolución se tiene que votar esta misma semana y que el resultado final «sólo se conocerá el día de la votación», según Fleischer, quien habló de manera indirecta sobre las informaciones que apuntaron hoy a que EEUU ya tiene ocho apoyos. La cadena de televisión CNN citó a fuentes del Departamento de Estado que afirmaron que la propuesta «está a un solo apoyo» de conseguir el mínimo necesario de nueve votos para aprobar la resolución, en ausencia de veto, a la espera de lo que decidan México y Chile. Washington, según las fuentes, ha obtenido ya el respaldo de las otras cuatro naciones que permanecían indecisas sobre el voto -Angola, Camerún, Guinea y Pakistán- y centra sus esfuerzos diplomáticos en las dos naciones latinoamericanas del Consejo. Preguntado sobre esta cuestión, Fleischer pidió paciencia, pero afirmó que es preciso hacer «una pequeña aclaración: desde luego ocho votos (el Consejo tiene 15 miembros) es una mayoría, aunque en Naciones Unidas necesitas una mayoría más amplia, de nueve votos». El portavoz de la Casa Blanca subrayó que el 17 de marzo sigue en pie, al menos de momento, y que «si el presidente fuera a establecer un plazo diferente (...) se lo comunicaría a la nación». Desde España, fuentes del ministerio de Exteriores también aprecian un giro en la posición de Francia y Rusia que, ante la mayoría favorable del Consejo, podrían renunciar a utilizar su derecho de veto. Sin embargo, la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, a su regreso de Paris donde se entrevistó con su homólogo, Dominique de Villepin, mencionó la posibilidad de que la propuesta no sea sometida a votación si Francia mantiene su rechazo. «Indudablemente, el veto es algo que tiene consecuencias en el sistema de Naciones Unidas», comentó en el Senado, aunque precisó que «todavía no hay tomada ninguna decisión» al respecto. Fuentes del ministerio de Exteriores aseguraron que sería conveniente evitar que la unidad europea se viera definitivamente resquebrajada en una votación que se salde con el veto de Francia. Otras fuentes rechazan esta posibilidad y aseguran que la renuncia sería una decisión extrema que únicamente se pondría en práctica para evitar el fracaso en el Consejo de Seguridad por falta de apoyo de los países miembros. Pero el Gobierno no se plantea la retirada de la resolución en un momento en que cree que se ha avanzado mucho en la ampliación del consenso. Además, la diplomacia española ha constatado que el Gobierno de París duda sobre la conveniencia de ejercer su derecho de veto en un Consejo de Seguridad que se mostraría mayoritariamente a favor de la propuesta hispano-británica-norteamericana. Palacio anunció que podría modificarse «en días» el ultimátum pero, en línea con lo afirmado por Estados Unidos, rechazó «dilatar más» el trámite. En su opinión, la fecha óptima para someter a votación la resolución sería este viernes.